Por Adrián Taccone

Las lágrimas de Lionel Messi recorrieron el mundo. Su dolor y tristeza se mostró genuina, más allá de que algunos hinchas del Barcelona aún están resentidos con el rosarino por su contrato y aquel capítulo del burofax.

"Hoy tengo que decirle adiós a todo esto. Estoy acá desde que tengo trece años y hoy me estoy yendo. Este club ha sido muy respetuoso conmigo y tengo que agradecer por todas las cosas que pasé acá. Me ayudaron a crecer y hacer la persona que soy hoy. Di todo desde el primer al último día", afirmó Messi.

El pañuelo ayudó a secar las lágrimas externas, pero las internas continuarán un tiempo más.

La simbiosis Messi-Barcelona entregó miles de imágenes victoriosas y también dolorosas, con derrotas inesperadas, pero sin dudas el argentino cambió la historia de un club que confió en él cuando era un "chaval" y en el que se consagró de mil maneras, batiendo récords inimaginables y superándose temporada tras temporada.

Desde el 30 de junio Messi era agente libre y siempre confió en firmar con el Barcelona, para terminar su carrera allí, en una ciudad en donde su familia es parte de la comunidad y seguramente vivirá una vez que el fútbol en el verde césped sea un recuerdo.

Pero las inflexiones de La Liga española y sus estatutos hicieron que su futuro ya no tenga la bandera catalana en el horizonte y su destino más firme sea París, la "Ciudad luz".

Como jugador con el pase en su poder, Messi puede escuchar ofertas y definir dónde jugar, más allá de su intención de seguir en el Barsa. Los petrodólares árabes harán el resto para que pueda volver a jugar al lado de su amigo Neymar.

Llegar al PSG le permitirá a Messi saber si puede guiar al club francés a conseguir su primera Champions League de la historia, luego de estar muy cerca en las últimas dos ediciones.

Lo bueno es que llegará a un club en donde además de Neymar están los argentinos Leandro Paredes, Angel Di María y Mauro Icardi, y también para esta temporada se suma el español Sergio Ramos, su eterno rival en el Real Madrid.

La liga francesa tendrá un valor significativo para el púlbico en general, para los fanáticos de Messi y para los argentinos que siguen los pasos del rosarino por el mundo.

La que sufrirá un golpe duro será la Liga Española, que ya hace un par de años sufrió la pérdida de Cristiano Ronaldo y ahora la de Messi. No parece que haya atractivos de renombre, pero además hace algunas temporadas viene siendo menos atractiva que la Premier League.

Lo nuevo está por definirse. Messi y Barcelona ya son historia. Llega Messi y el PSG, ¿o habrá un capítulo más en esta historia?