Independiente arrancó con el pie derecho en la Copa Sudamericana. Triunfo 3-1 ante Guabirá, en Bolivia y exhibiendo ratos de buen fútbol. Desde el silbatazo de inicio, el Rojo se sintió local en la Caldera del Diablo, se mostró dinámico y punzante en sus ataques y se trajo tres puntos vitales en esta primera jornada de su Grupo B.

Ocho minutos le bastó al conjunto de Avellaneda para encaminar el partido a su favor. En la primera escalada ofensiva del equipo, Fabrico Bustos encontró en el filo del área a Jonathan Herrera, quien sacó un bombazo de mediavuelta y estableció el 1-0.

Antes del cuarto de hora, Independiente estuvo cerca de ampliar el marcador con un gran avance de Alan Velasco, quien se sacó de encima a pura gambeta a un rival y no pudo definir preciso ante la salida rápida de Saidt Mustafá.

El propio Velasco, a diez del cierre de la etapa inicial, peleó una pelota cerca del banderín, dejó atrás a dos adversarios y sacó un zurdazo que se estrelló en el poste derecho del arquero boliviano. En el rebote, ubicado como un goleador, apareció Herrera y firmó el 2-0. Así, con esa cómoda y merecida ventaja se fueron los dirigidos por Omar Piccoli al vestuario.