Por Adrián Taccone
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio
La Selección argentina se fue del Mundial de Rusia 2018 tras perder ante Francia por 4-3. Chocó con tal vez uno de los candidatos al título y el triunfo ante Nigeria fue solo un espejismo
30 de junio de 2018
Por Adrián Taccone, enviado especial de Asteriscos.tv al Mundial de Rusia 2018
La Selección argentina le dijo adiós al Mundial de Rusia 2018 por propias falencias y porque se encontró con la Francia de Kylie Mbappé, llamado a ser el mejor jugador del mundo en el corto plazo. Fue un 4 a 3 en el estadio Kazán Arena.
El equipo argentino logró reponerse a estar 1-0 abajo en el marcador y hasta lo dio vuelta con el tremendo zapatazo de Angel Di María y el toque de Gabriel Mercado, pero Francia liquidó el pleito porque tiene al delantero que dominará el fútbol en la próxima década y que se llama Kylian Mbappé.
El joven delanteor del PSG fue desequilibrante en todo momento. La mejor carta de triunfo de un equipo francés candidato a quedarse con la Copa del Mundo.
Argentina logró dar vuelta el resultado, tras el penal de Antoine Griezmann, con un zapatazo de Angel Di María y un "toque" de Mercado, pero no pudo aguantar el juego de "primera" que entregó Francia, y más allá del golazo de Pavard, Mbappé quedó dos veces solo ante Franco Armani y no perdonó.
Los cambios introducidos por Jorge Sampaoli, entrenador que se equivocó y mucho en esta Copa del Mundo, no dieron los efectos deseados, porque chocó con un equipo francés que sabe a lo que juega, lo pone en práctica de una manera sencilla y así cualquier intento personal cae en saco roto.
Lionel Messi tuvo pasajes de buen fútbol, pero en este partido en que el mejor terminó siendo Angel Di María, la sociedad de otros tiempos no logró funcionar.
Argentina no pierde el mundial en octavos de final -aunque la historia y los libros dirán eso- sino que lo dejó escapar en el empate 1 a 1 frente a Islandia, la derrota categórica ante Croacia (3-0) y por ese motivo, la heroica noche de San Petersburgo frente a Nigeria (2-1) fue solo un espejismo que desapareció en Kazán.
Será tiempo de reflexión. De pensar que hay ciclos cumplidos. Que en el 2019 está la Copa América y que el recambio es necesario para una generación que entregó tres finales consecutivas, que con el tiempo, se valorarán mucho, pero no pudo lograr el premio mayor.