El equipo argentino sabe que está en deuda consigo mismo y buscará este sábado arrancar con buen pie el Mundial de Rusia 2018 cuando enfrente a la debutante Islandia. Expectativa
Por Adrián Taccone, desde MoscúCuatro años debió esperar la Selección argentina para poder tomarse una especia de "revancha" por la final perdida en Brasil 2014, y nuevamente los sueños van de la mano de Lionel Messi, quien con 30 años disputará su cuarto torneo para tratar de lograr, al fin, el ansiado título.
Muchas cosas han cambiado en estos cuatro años en el fútbol argentino, tras la final perdida ante Alemania por 1 a 0 en el estadio Maracaná con el gol de Mario Goetze. Ya no está Julio Grondona, fallecido poco después, el presidente de la AFA es Claudio "Chiqui" Tapia, y además se creó la Superliga de fútbol.
Pero además, tras el mundial se fue el entrenador Alejandro Sabella y llegó Gerardo Martino, con el que la selección fue segunda en las Copa América de 2015 en Chile y 2016 en Estados Unidos, en ambas a manos de los trasandinos por penales.
En 2015 el que truncó el sueño de Argentina, desde el bnaco de suplentes, fue precisamente Sampaoli, quien diseñó un plan casi perfecto para que Messi no la toque. Ahora debe hacer todo lo contrario.
Argentina llega a este debut mundialista con poco rodaje y luego de una clasificación sudamericana por demás compleja, dado que en el camino tuvo tres entrenadores: Martino, Edgado Bauza y Sampaoli, y logró el pasaje de manera ajustada cuando venció 3 a 1 a Ecuador en la altura de Quito.
Pero además, desde ese lapso el equipo argentino apenas jugó pocos partidos de preparación, y en el 2018 solo hizo tres partidos, con una victoria ante Italia 2-0, una caída estrepitosa frente a España 6-1 y una goleada de "despedida" contra Haití 4-0.
Luego llegó la controversia del partido ante Israel que debió suspenderse y una preparación algo "light" en Barcelona, donde incluso Sampaoli le dio a los jugadores días libres.
El rival es la ignota Islandia, que llega a su primera mundial cargada de emoción y fortaleza, pero que por historia y tradición es menor a lo que puede aportar Argentina.
Los más de 40 millones de argentinos quieren levantar la tercera Copa del Mundo, aunque sea en Rusia, luego de quedar tan cerca en Brasil, y esta generación de jugadores -con Messi, Agüero, Mascherano, Higuaín y compañía-, tal vez tenga la última oportunidad de concretarla.