El Juventus vive una situación paradójica: está a punto de ganar su “scudetto” número 29, mientras que la UEFA y la federación de fútbol local investigan a uno de sus máximos dirigentes, el director general Luciano Moggi, como sospechoso de haber arreglado las designaciones de los árbitros, tanto de la Serie A como de la Champions League.
El diario “La Gazzetta dello Sport” publicó comunicaciones telefónicas entre Moggi y Pierluggi Pairetto, el encargado de la designaciones arbitrales, en la que parecen discutirse los nombres de los colegiados que impartieron el reglamento en los partidos de “la Vecchia Signora”.
Moggi, pese a que también fue llamado a indagatoria por un tribunal de Nápoles en una causa por apuestas ilegales, tuvo tiempo para visitar al plantel y recomendarle que salga a la cancha sin pensar en otra cosa que no sea ganar el partido.
Juventus, que este domingo enfrenta al Palermo de visitante, le lleva tres puntos a Milan –rival del Parma- a dos fechas del final del torneo y buscará asegurarse el bicampeonato por anticipado, después de ver recortada su amplia ventaja como consecuencia de cinco empates consecutivos, racha que cortó con una polémica victoria por 3-0 sobre Siena, el fin de semana pasado.