Uruguay prosiguió este martes su buena racha de juego y resultados y se impuso por 1-0 a Italia en el Estadio Olímpico de Roma, en un encuentro amistoso en el que la celeste se mostró oportunista y sólida ante un cuadro europeo que jugó mejor, pero que no supo superar la defensa uruguaya.
El campeón de América, con las ausencias de sus principales figuras, Luis Suárez y Diego Forlán, se valió de la primera y a la postre prácticamente única clara oportunidad que tuvo para abrir el marcador mediante Sebastián Fernández, apenas transcurridos dos minutos de juego.
Una buena carrera de Álvaro Pereira por el costado derecho y un mejor pase al centro del área de Martín Cáceres bastaron para que el joven Fernández batiera sin problemas a Gianluigi Buffon y permitiera a Uruguay acomodarse tranquilamente en su campo.
Desde ese momento, Italia fue más ofensiva que su rival y gozó de un dominio constante de la pelota, mientras que Uruguay, sólido en defensa, se limitó a esperar el error de los europeos.
Así, mientras en sus últimos encuentros Uruguay demostró su enorme calidad ofensiva, en esta ocasión fue la defensa la que marcó el camino ante una peligrosa y muy activa Italia a la que sin embargo costaba encontrar fisuras en la zaga celeste.
Uruguay echó mucho en falta a figuras como Suárez y Forlán y Edinson Cavani, goleador en el fútbol italiano con el Nápoles, estuvo muy solo en el ataque como para inquietar al dominante cuadro 'azzurro', en el que Balotelli y Osvaldo no dejaron de buscar opciones en toda la primera mitad.
En la reanudación, los uruguayos buscaron tener un mayor control de la pelota en el medio campo e incrementaron su presión, que hasta el momento había brillado por su ausencia, y pronto el dominio italiano se difuminó un poco, abriendo paso a un juego más de ida y vuelta.
De todas formas, Italia tuvo más y mejores oportunidades para empatar también en esta mitad, lo que obligó a lucirse al guardameta uruguayo Muslera, que salvó de forma espectacular al menos dos goles muy claros para los italianos.
El sacrificio defensivo de Uruguay, no exento de dureza, se cobró al final la expulsión por doble amarilla en el minuto 80 de Álvaro Pereira, uno de los más activos de Uruguay durante todo el encuentro.
Con uno menos, la Celeste se refugió definitivamente en su campo para defenderse de los embates constantes de una Italia que no se resignaba con el resultado pero que poco pudo hacer para cambiar el resultado