Por Adrián Taccone
Ganar el Mundial no tiene precio. No ir, tampoco
9 de septiembre de 2009
La nueva derrota de Argentina en las eliminatorias sudamericanas deja al equipo de Diego Maradona en zona de repechaje, dependiendo mucho de lo que pueda hacer, pero también de lo que provoquen sus rivales directos como Ecuador y Uruguay.
Ser campeón del mundo, bien lo sabe el propio Maradona, no tiene precio, le permite llegar a la gloria a todo jugador que se precie, además del dinero y el futuro que se le abre. Pero quedarse afuera -por no clasificar- a la cita ecuménica, tampoco.
Las voces no son agoreras, son realistas. Viendo jugar a los dirigidos por el "Pelusa" se puede presumir que, cuanto menos, falta trabajo, una idea de juego y coherencia desde la conducción, porque las cosas -en este fútbol tan profesionalizado- no pasan por la suerte y la motivación solamente.
Cuando Alfio Basile se fue de la selección, en medio de una lluvia de críticas de todos lados, incluso del propio Maradona, Argentina estaba al menos en la zona de los equipos que estaban clasificando directamente al Mundial. Ahora no.
Las críticas podrían decir que la responsabilidad máxima la tiene Maradona, y no estarían desacertados, porque terminar jugando con Martín Palermo y Rolando Schiavi como delanteros de área, para aprovechar sus alturas y mediante un centro llegar al empate, es realmente insólito, cuando Argentina tiene a un jugador como Gonzalo Higuaín, olvidado por el entrenador y figura del Real Madrid, o el propio Diego Milito, titular en el Inter y quien ante Paraguay vio el partido desde el banco.
El panorama es por demás negro, con nubarrones que presagian no sólo lluvia, sino también caída de granizo.
Argentina debe recibir a Perú, equipo sin chances, y Uruguay visitar a Ecuador en la altura de Quito, pero para la última jornada el equipo de Maradona debe cruzar el "charco" y enfrentar a la "celeste" en el estadio Centenario.
Maradona no le pudo transmitir a este equipo nada de todo lo bueno que él brindó con la cinta del capitán en la selección argentina, e incluso conspiró el hecho de que jugadores como Lionel Messi, Juan Verón, Sergio Agüero y Carlos Tevez, por citar algunos, nunca demostraron los laureles que supieron conseguir en Europa.
Argentina está en medio de un cono de sombras. Debe mejorar más de lo imaginable de cara al fururo y sólo los jugadores -y no la "mano de Dios"- podrán hacer el milagro de acceder a Sudáfrica 2010.