Por Adrián Taccone
Estudiantes: verdadero corazón de león
15 de julio de 2009
Estudiantes logró, luego de 39 años, un triunfo como sólo la mística del club de La Plata sabe hacerlo, con sacrificio, corazón y una apuesta al buen juego y la garra que no sabe del paso del tiempo.
Este "pincharrata" de Alejandro Sabella tiene algunos ingredientes de viejos equipos de la historia del club, encarnados en la figura de Juan Sebastián "La Brujita" Verón, que en parte iguala lo hecho por su padre hace cuatro décadas.
Más llá de todo lo que sucedió en los últimos tiempos, cuando los triunfos parecían buscar otras diagonales y el alejamiento de Leonardo Astrada presumía negros nubarrones, llegó Sabella y con él un aire fresco que inundó el club, alimentó las ilusiones y concretó los sueños.
La parada no fue sencilla ya que la Copa Libertadores dejó en el camino a dos hombres vitales como Marcos Angeleri y Agustín Alayes, pero ahí apareció nuevamente la figura de Sabella para pedir a Rolando Schiavi, un gladiador acostumbrado a finales bravas y logró emparejar la defensa.
Pero sin dudas, más allá de la figura de Verón y la seguridad de Mariano Andújar en la valla, se debe destacar la capacidad goleadora de Mauro Boselli, máximo artillero de la Copa Libertadores y vital para marcar el tanto del triunfo, de la gloria, del Olimpo futbolístico.
Nadie puede discutir a este equipo, que supo a qué jugaba, tenía claro los objetivos y fue un grupo homogéneo para encarar la cruzada más difícil de todas, con un verdadero corazón de león.