27 de diciembre de 2024
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Por Adrián Taccone
El imán Maradona todo lo puede
27 de marzo de 2009
La sola mención de su nombre ha abierto las puertas del mundo a más de un argentino, y su presencia en cualquier lugar en el que se encuentre atrae a diferentes personalidades, desde los más famosos y millonarios, hasta aquellos más humildes que se conforman con una mirada suya.
El imán Maradona se ha puesto nuevamente al frente de toda una ilusión, vestida de celeste y blanco, para iniciar la marcha a un proceso de eliminatorias sudamericanas que tiene como objetivo final el Mundial de Sudáfrica 2010.
Por ahora Maradona tiene el crédito abierto, más allá de su polémica con Juan Román Riquelme y una parcialidad boquense puesta casi en su contra por ir contra los "códigos" del actual ídolo auriazul, quien sin embargo renunció por segunda vez a la selección nacional.
La enorme expectativa por ver a la selección del "diez", que se tradujo en largas colas para sacar entradas y una recaudación que superará el millón de dólares, pone al equipo nacional una vez más en la consideración del hincha como la "prioridad número uno", tras el desencanto de la segunda etapa de Alfio Basile al frente del equipo.
Nadie puede discutirle a Maradona lo que es el sentimiento por la camiseta albiceleste, ya que él dio muestras en su época de jugador de que los sacrificios no van en desmedro de los kilates y la categoría que él desplegaba en cada partido.
Ahora es el tiempo de los Carlos Tevez, Sergio Agüero y Lionel Messi -todos bajitos como "el Diego"- propietarios de una calidad inigualable y donde se apoya gran parte de toda la explosión goleadora del equipo.
Maradona, sin embargo, dejó en claro que su único jugador imprescindible y titular es Javier Mascherano -"la selección son Mascherano y 10 más", repitió- y en el capitán argentino está el punto clave donde se apoya la estructura maradoniana para hacer de esta selección un equipo de primer nivel, no sólo por nombres, sino también por juego, como lo demostró en menor medida ante Escocia (1-0) y mucho más frente a Francia (2-0).
Ahora llega el tiempo de Venezuela y ese equipo "vinotinto" que dejó de ser hace rato la "cenicienta" del continente. Pero Maradona fue tajante: "Tenemos que hacerle pesar la historia".
El "diez" vuelve a ilusionar a los hinchas como cuando era futbolista y eludía piernas rivales por todas las canchas del mundo con la camiseta argentina.
Esta vez su función estará del otro lado de la línea de cal, pero su imán atrae igual. La esperanza tiene nombre y apellido.
El imán Maradona se ha puesto nuevamente al frente de toda una ilusión, vestida de celeste y blanco, para iniciar la marcha a un proceso de eliminatorias sudamericanas que tiene como objetivo final el Mundial de Sudáfrica 2010.
Por ahora Maradona tiene el crédito abierto, más allá de su polémica con Juan Román Riquelme y una parcialidad boquense puesta casi en su contra por ir contra los "códigos" del actual ídolo auriazul, quien sin embargo renunció por segunda vez a la selección nacional.
La enorme expectativa por ver a la selección del "diez", que se tradujo en largas colas para sacar entradas y una recaudación que superará el millón de dólares, pone al equipo nacional una vez más en la consideración del hincha como la "prioridad número uno", tras el desencanto de la segunda etapa de Alfio Basile al frente del equipo.
Nadie puede discutirle a Maradona lo que es el sentimiento por la camiseta albiceleste, ya que él dio muestras en su época de jugador de que los sacrificios no van en desmedro de los kilates y la categoría que él desplegaba en cada partido.
Ahora es el tiempo de los Carlos Tevez, Sergio Agüero y Lionel Messi -todos bajitos como "el Diego"- propietarios de una calidad inigualable y donde se apoya gran parte de toda la explosión goleadora del equipo.
Maradona, sin embargo, dejó en claro que su único jugador imprescindible y titular es Javier Mascherano -"la selección son Mascherano y 10 más", repitió- y en el capitán argentino está el punto clave donde se apoya la estructura maradoniana para hacer de esta selección un equipo de primer nivel, no sólo por nombres, sino también por juego, como lo demostró en menor medida ante Escocia (1-0) y mucho más frente a Francia (2-0).
Ahora llega el tiempo de Venezuela y ese equipo "vinotinto" que dejó de ser hace rato la "cenicienta" del continente. Pero Maradona fue tajante: "Tenemos que hacerle pesar la historia".
El "diez" vuelve a ilusionar a los hinchas como cuando era futbolista y eludía piernas rivales por todas las canchas del mundo con la camiseta argentina.
Esta vez su función estará del otro lado de la línea de cal, pero su imán atrae igual. La esperanza tiene nombre y apellido.