Por Adrián Taccone
Una de cal y una de arena... ¿Movediza?
21 de noviembre de 2008
El primer día de la Copa Davis dejó sensaciones encontradas. Primero por la excelente performance de David Nalbandian, quien arrasó a David Ferrer en una superficie que él quiso para esta final ante España.
Luego llegó el turno de Juan Martín Del Potro y, contra todos los pronósticos, el que se fue victorioso del Polideportivo fue el español Feliciano López, con un juego habilidoso y efectivo, que le permitió poner la serie 1-1.
Lo que dejó el resultado parcial fue una mar de incertidumbres para el capitán argentino, Alberto "Luli" Mancini, quien sin embargo, como piloto de tormenta, decidió elegir a la pareja de dobles de David Nalbandian-Agustín Calleri.
Nalbandian y Calleri jugaron por última vez juntos en la final ante Rusia en el 2006, cuando cayeron ante Dimitri Tursunov y Marat Safin por 6-2, 6-3 y 6-4, sobre carpeta, como en Mar del Plata.
Su récord es 2 triunfos y una derrota en la Davis.
España, sin Rafael Nadal, juega con mucha menos presión, dado que la responsabilidad recayó en Argentina, por la localía, la superficie y sus dos top ten, y ahora los dirigidos por Emilio Sánchez Vicario han quedado -al menos en la faz anímica- mejor posicionados que los sudamericanos.
La sensación en la sala de prensa del Polideportivo de Mar del Plata es que la Argentina se complicó sola, y España sacó esa "garra" que la viene caracterizando desde hace tiempo, para poder quedar en mejor situación de cara al futuro.
Todo tendrá que dirimirse en las próximas horas, pero lejos, el horizonte no es tan diáfano, las arenas están blandas, tanto como para ahogar una ilusión.