Por Adrián Taccone
España va de punto, Argentina es banca
20 de noviembre de 2008
La elección de la superficie, la localía, el tener a dos jugadores entre los top ten y las ganas de todo un país por conseguir la ansiada Ensaladera de plata, hacen pensar que Argentina es sin dudas el candidato a quedarse con la Copa Davis 2008, aunque el cartel de "punto" que se le agregue a España, pese a la baja de Rafael Nadal, es tal vez, irrespetuosa.
Es que si bien Argentina tiene a David Nalbandian y Juan Martín Del Potro entre los mejores 10 jugadores del planeta, la "Armada" española no es accesible para nada, porque muestra de ello lo dan los resultados que en el circuito profesional han demostrado en los últimos años.
Argentina llega a su segunda final en tres años, pero España consiguió dos veces el trofeo, en la última década.
La elección de la sede de Mar del Plata, en superficie dura y bajo techo, apuntó a reducir al mínimo las posibilidades españolas -dado que Rafael Nadal sucumbió dos veces ante Nalbandian en esas condiciones-, pero la caída del número uno del mundo, ha modificado radicalmente las perspectivas.
Ahora los singlistas españoles son David Ferrer y Feliciano López, que si bien no han tenido esta temporada los resultados que ellos mismos esperaban, complican por su juego, el primero más aguerrido y el segundo más técnico.
Lejos de todas las presunciones, la responsabilidad la tiene sin dudas Argentina.
El equipo capitaneado por Alberto Mancini, sabe que tiene ante si la oportunidad única de quedar en la historia, de redimirse ante su gente y de demostrar que la "Legión" sigue viva y puede seguir sorprendiendo.
Atrás quedaron las épocas de Guillermo Vilas y José Luis Clerc, que peleaban ante todo lo que se le pusiera adelante. Ahora hay algo más de "equipo", con singlistas definidos y con un doble respetable, aunque en más de una ocasión Nalbandian debió ponerse en la dupla.
No solo Mar del Plata vibra con esta final, sino que un país está detrás de la ilusión, la única que le falta al deporte argentino en conjunto, de esos que valen en prestigio y reconocimiento.
Las condiciones están dadas, sólo falta que comience el juego.