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27 de diciembre de 2024
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Por Adrián Taccone
"Saquenlé el tapón a Phelps", pide Spitz
13 de agosto de 2008
El norteamericano Michael Phelps está decidido a romper todos los récords, quedarse doblado con dolor de cuello por la cantidad de medallas que colgarán de él, y nadie, ni el tiempo, ni la historia, podrán detenerlo.

El objetivo del joven de 23 años tiene un número final: 8 (ocho), porque así superaría las siete preseas doradas que consiguió su compatriota Mike Spitz en Múnich 1972, algo que hasta el momento parece ser un ícono en la historia del deporte olímpico.

Sin embargo, Phelps ha mostrado en el "Cubo de Agua" de Pekín 2008, que es el mejor, no sólo de este presente de la natación mundial, sino que es quizás el más grande atleta acuático de todos los tiempos, aunque para ello debe conseguir aún varias medallas.

Hasta el momento el muchacho oriundo de Baltimore consiguió las preseas de oro de 4x100 metros libre por equipo, 4x200 metros libres por equipo, 200 metros mariposa, 400 metros estilos y 200 metros libres.

Aún le falta arrojarse a la pileta para lograr el oro en los 200 metros estilo, 100 metros mariposa y 4x100 estilos.

"Estar junto a esos nombres, en la historia olímpica, es un logro fantástico, (...) Es definitivamente un honor, he tenido la posibilidad de pasar un rato con Carl Lewis (atletismo) y he intercambiado algunas palabras con Spitz aquí y allá, es realmente fantástico", dijo Phelps tras la producción del martes.

Ver a Phelps en el agua es ver el agua moverse, así de simple, estético y magnífico.

El norteamericano tiene experiencia, pese a su corta edad, ya que está afrontando su tercer juego olímpico, luego de Sydney 200 (participó con 15 años) y Atenas 2004, alcanzando hasta el momento 11 medallas de oro y 2 de bronce, entrando al Olimpo de los atletas más ganadores de la historia.

Como si fuera poco, Phelps reconoció que al ganar los 200 metros mariposa, nadando casi "a ciegas", dado que se le habían roto las gafas. Increíble.

Seguramente, en forma jocosa y al mismo tiempo con el respeto de su par, Spitz debe estar deseando que alguien le saque el tapón a la pileta del "Cubo de Agua", para que Phelps no supere su récord, aunque esa es una tarea cada vez más complicada.