La apuesta fue difícil, no sólo para ellos, sino también para los dirigentes que los contrataron, porque en sus manos quedarán los destinos de Boca y River, nada mas y nada menos.

Ambos, Carlos Ischia (Boca) como Diego Simeone (River), de ellos se trata, saben lo que son las exigencias, presiones y depender de los resultados.

No obstante, en el 2008 tendrán un duro compromiso o varios ha decir verdad, como el de recuperar la confianza perdida y los títulos que faltan en las vitrinas de los clubes.

Llegaron por caminos diferentes, ya que mientras Simeone tiene consigo un titulo obtenido con Estudiantes, en el Apertura 2006, Ischia no tuvo gran suerte por los equipos que pasó.

Pero otro de los factores que tendrán en contra será la historia de ellos, tanto en los clubes, como en sus carreras profesionales.

Simeone no es del "riñón de River" y nunca pasó por el club, algo que los hinchas "millonarios" deberán aceptar y comprender, mientras que a su favor se debe contar que le arruinó un torneo a Boca.

En tanto, Ischia estará con la sombra de Carlos Bianchi sobre sus espaldas y mucho deberá hacer para hacer olvidar al "virrey", pese a que fue su "segundo" en la época dorada del club, tanto a nivel nacional, como internacional.

Los desafíos son interesantes. Experiencia tienen ambos. Ahora será el tiempo de ver los resultados. El tiempo dirá