La pregunta es obvia, porque la sensación que tengo, y creo que muchos hinchas -no sólo de Vélez- es que las actitudes del arquero Gastón Sessa ya son por demás insoportables.

Se le reconoce al arquero que en gran medida hace bien su tarea, cuando se dedica sólo a tratar de evitar goles, pero hay un costado suyo que roza lo irresponsable, lo criticable y hasta lo repudiable, si se quiere.

La patada descalificadora que le dio a Rodrigo Palacio en pleno rostro, cuando salió de manera intempestiva y sin necesidad de colocar la pierna tan arriba, no hace más que confirmar que Sessa no entiende el juego.

Una cosa es ser líder de un grupo, de manera positiva y ser referente de un club como Vélez, otra muy diferente es dañar a un colega con una patada que podría haber tenido consecuencias mucho más graves.

Pero no se lo critica a Sessa, solamente, por esta acción que fue desmesurada desde todo punto de vista, sino por actitudes que tiene de forma repetida en la cancha, con sus compañeros, colegas e incluso el público.

Hace poco un juez de Córdoba le impuso 10 días de arresto por una denuncia que se le realizó tras el partido ante Belgrano de Córdoba (0-3) por el Torneo Clausura, en donde se señaló los genitales ante un fotógrafo y también agredió a un alcanzapelotas.

Ante Independiente, cuando fue a ocupar el arco que daba a espaldas de la parcialidad roja, Sessa se frotó el pecho como haciéndoles entender cierta falta de temple, y recordando -sin necesidad- su pasado en Racing.

Sessa es el mismo que una vez en pleno partido, por una amonestación del árbitro Sergio Pezzota, lo tomó del cuello y luego fue expulsado, sanción que le cupo 10 partidos.

Algo habrá que hacer con el arquero de Vélez -que dicho sea de paso ya no es un "nene"-, porque sus actitudes no pueden tomarse solo como un hecho aislado o de "una calentura del momento". La pregunta que todos nos hacemos entonces es: ¿Hasta cuándo Sessa?