Se podría decir que los colores azul y amarillo marcaron a fuego la primera fecha del torneo Clausura. Por juego, efectividad y además, porque todo lo que hizo la noche del sábado en la goleada 4-0 ante Banfield, fue sin Juan Román Riquelme, lo que se estima, será un gran potencial para el equipo de Miguel Russo.

Por su parte River trabajó mucho, se diría que más de la cuenta, para quedarse con el primer triunfo del torneo, ante un Lanús ordenado y que los últimos tiempos ha mostrado solidez en su juego.

La expectativa estuvo complica con creces por un lado y chispazos por otro, ya que el San Lorenzo de Ramón Díaz llevó a una multitud al Nuevo Gasómetro, se quedó con los tres puntos, pero no fue todo lo eficiente que sus hinchas pretenden, pese al 2-1 ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

Los equipos de Avellaneda quedaron en deuda en este inicio de campeonato.
Racing salvó sobre el final un empate 1-1 con Nueva Chicago, de visitante, mientras que Independiente tuvo un arranque olvidable, con un 3-1 en contra frente a Colón, siendo local en el estadio del acérrimo rival.

Como siempre en cada inicio de torneo, todo es expectativa, ilusión y sueños por parte de los hinchas que tienen en este Clausura más aditivos para potenciar todo eso, dado que además del título de campeón se dirimen los descensos, las promociones y las clasificaciones a las copas internacionales.

Pero sin embargo, los temas de fútbol, de goles, jugadores y producciones, ultimamente están siendo desbordados por las malas noticias, las desagradables, esas que uno nunca quiere dar.

La violencia no cesa. Italia está pagando hoy el dolor de una muerte sin sentido y en Argentina, desde hace tiempo se está incursionando en un camino que parece no tener retorno.

Esta vez los hinchas de River -si pueden llamarse hinchas- se trenzaron a tiros y puñaladas en las propias instalaciones del club, previo al partido con Lanús.

Nada los justifica, todo lo condena. ¿Es que nadie se da cuenta de esto? ¿Es tan difícil sacar esta lacra del fútbol? ¿Son tantas las concesiones que se hicieron que los dirigentes son rehenes de los violentos?

Alguien tendrá que hacer algo, ya se acabaron los tiempos de las palabras, se necesitan hechos concretos. Ojalá que sea pronto, para así no tener que lamentarnos