Por Adrián Taccone
Argentina dejó pinceladas de ilusión
30 de mayo de 2006
Por momentos dieron ganas de aplaudir algunos destellos de buen juego, surgidos -en gran parte- en el segundo tiempo, con el ingreso de Lionel Messi y la rotación de Juan Román Riquelme y Pablo Aimar.
El triunfo sobre Angola -un resultado mentiroso de 2-0 porque podría haber sido mayor-dejó una sensación de satisfacción, pese a que el rival está lejos de ser exigente.
Pekerman mostró algunas de las cosas que ya tiene por sentado. Doble cinco con Esteban Cambiasso y Javier Mascherano. Un conductor como Riquelme. Una línea de fondo que se modifica de acuerdo a las circunstancias, con 3 o 4 hombres, y la delantera con Hernán Crespo y Javier Saviola, aunque ese lugar podría ser ocupado por Messi, si la joven estrella del Barcelona llega bien recuperado de su lesión al Mundial.
El buen pie argentino hizo la diferencia desde el arranque, abriendo bien el ataque, con subidas de Sorín y una acertada distribución de Cambiasso en el mediocampo, sector en el que Maximiliano Rodríguez evidenció una grata evolución.
La pregunta que todo hincha se hace es saber si Argentina tendrá chances concretas y ciertas para llegar lejos en el Mundial de Alemania. La respuesta es sí.
Solo deben ajustarse algunos detalles en defensa, que por momentos evidenció desacoples.
José Pekerman se retiró traquilo y contento tras el partido, y la sensación que quedó flotando es que el potencial del equipo es -por momentos- impredescible.
La ilusión está abierta. Las esperanzas se multiplican. Solo resta esperar el 10 de junio, día en que las palabras queden de lado y el debut mundialista ponga a prueba todo lo elaborado previamente. El crédito está abierto.