El entrenador italiano Roberto Mancini, que dirige al Manchester City, confirmó en Los Ángeles, donde se encuentra su equipo, que la llegada del delantero argentino Sergio Agüero podría darse en menos de una semana.
Mancini, que habló con los periodistas al concluir el partido del torneo "Herbalife World Football Challenge", que el Manchester City ganó en la serie de lanzamientos desde el punto de penalti (7-6) al Galaxy, tras concluir el tiempo reglamentario con empate a uno, aseguró que las negociaciones entre el Atlético de Madrid y su equipo iban por el buen camino.
Aunque Agüero ha sido relacionado con la posibilidad de llegar a los equipos más importantes de Europa, incluido el Real Madrid y el Chelsea inglés, Mancini reiteró que podría haber noticias pronto sobre el asunto.
"Confío que podamos cerrar el acuerdo en los próximos cuatro, cinco o siete días", declaró Mancini, que dijo estar enterado de que Agüero no se había presentado a los entrenamientos del Atlético de Madrid.
Sin embargo, Mancini no aportó nada nuevo sobre la situación por la que atraviesa el también delantero argentino Carlos Tévez, que pertenece al Manchester City, y que tendrá que incorporarse al equipo el próximo 4 de agosto después que falló su traspaso al Corinthians, de Brasil.
Mancini se limitó a decir que esperaba que Tévez se incorporase al equipo para que pudiese contar con él para el primer partido de la nueva temporada, que será contra el Manchester United, para decidir al campeón inglés de la Supercopa, el próximo 7 de agosto.
Los últimos rumores sobre el futuro de Tévez han llegado desde Italia, donde se dice que el Inter de Milán, el ex equipo de Mancini, están ahora interesados en conseguir los servicios del delantero internacional argentino.
Ambos equipos tienen previsto un partido amistoso la próxima semana en Dublín.
Mancini también aclaró que el enfrentamiento que había tenido con el italiano Marco Balotelli durante el partido estaba superado y esperaba que el polémico jugador hubiese captado el mensaje.
El entrenador italiano se mostró satisfecho por la victoria que había conseguido el equipo, aunque consideró que podían haberlo hecho sin necesidad de haber llegado a los lanzamientos desde el punto de penal.
"Ha sido un partido intenso, que dominamos y pudimos haber sentenciado durante el tiempo reglamentario, pero no supimos aprovechar las oportunidades de gol que tuvimos", comentó Mancini.
Una de ellas, la más clara, fue la tuvo como protagonista a su compatriota Balotelli, que cuando tenía toda la ventaja para rematar a gol dentro del área del Galaxy, se giró de espaldas para pegar al balón de taconazo y lo mandó fuera.
La acción, que impidió que el Manchester City se pusiese con la ventaja de 0-2, enfureció a Mancini que de inmediato ordenó el cambio de Balotelli.
Mancini tuvo palabras fuertes para el delantero mientras caminaba al banquillo, mientras que el jugador le replicaba que creía que el árbitro le había señalado antes fuera de juego.
"Creo que para el jugador, esta puede ser una lección", señaló Mancini. "Este tipo de acciones no pueden ocurrir en un equipo serio y profesional".
Balotelli tiró un vaso al suelo y después se quitó su camiseta mientras se sentó a observar lo que quedaba del primer tiempo. No regresó del vestuario después del descanso.
"Espero que él entienda que debe tener un buen comportamiento", reitero Mancini, que señaló que el asunto ya estaba cerrado por su parte.