Es un Estadio Azteca repleto, México le ganó por 2-0 a Uruguay y se consagró campeón de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2011. De esta manera, logró el segundo título de la categoría de su historia, luego del que obtuvo seis años atrás en Perú 2005. El partido se jugó en la Ciudad de México el domingo 10 de julio.
El anfitrión intentó hacerse dueño del desarrollo de las acciones desde el arranque, a partir de la salida clara desde el fondo y el traslado prolijo del balón, ya sea por intermedio Kevin Escamilla o Jorge Espericueta. Consciente de esto, la Celeste planteó una línea de tres volantes por detrás de una única punta, Rodrigo Aguirre, todos con la obligación de presionar bien arriba, siempre cubiertos por esa buena pareja de volantes centrales que conforman Leandro Pais y Jim Varela, quien volvía tras su suspensión.
La primera aproximación fue producto de la suerte, ya que un tiro libro de Emiliano Vázquez desde su campo picó dentro del área y terminó por confundir a Richard Sánchez, perdiéndose cerca del ángulo derecho. Así, poco y nada más sucedió durante los primeros 25 minutos, que mostraron a un Uruguay muy seguro de sí mismo a pesar del ambiente del estadio y a un México fiel a su estilo de juego.
Paradójicamente, cuando México empezó a inclinar la balanza a su favor, Uruguay dispuso de una oportunidad dorada a los 26’, pero Elbio Álvarez no pudo definir desde muy buena posición un veloz contragolpe orquestado Juan San Martín, el reemplazante del lesionado Aguirre.
El Tri respondió 180 segundos más tarde a través de Carlos Fierro, quien remató desviado luego de un buen pase de Marco Bueno. Fierro, sin embargo, sería partícipe fundamental de la apertura del marcador, al bajar de cabeza un centro desde la derecha para que Antonio Briseño anotara desde corta distancia (31’, 0-1).
Con más empuje que fútbol, Uruguay se volcó decididamente al ataque, y el palo le negó a Álvarez la igualdad a los 34’. Ahora sí el dueño de casa encontró algunos espacios en la última línea celeste, aunque recién volvió a inquietar a Jonathan Cubero allá por los 42’, cuando Fierro remató desviado desde el vértice derecho del área charrúa.
Defendió a lo campeón
Poco cambió el asunto en el inicio del segundo tiempo. Con mucho terreno por delante, paulatinamente comenzó a pesar el trabajo de Arturo González para manejar los contragolpes, aunque siguió siendo Fierro el hombre mexicano más peligroso. Y fue tras una infracción a él que José Tostado obligó a Cubero a una buena reacción.
Un minuto después de que el palo volviera a jugarle una mala pasada a Uruguay, negándole el empate a San Martín desde corta distancia, el Azteca entero ovacionó el ingreso de Julio Gómez, quien inició en la banca por aquel golpe ante Alemania. Sin embargo, la Celeste volvió a inquietar a Sánchez a los 70’, quien respondió con acierto ante un buen remate de Pais.
Tanto Raúl Gutiérrez como Fabián Coito echaron el resto metiendo mano a la banca. El partido ganó en intensidad, pero ninguno de los dos tenía la claridad necesaria para hacer la diferencia en el área contraria. Bien pudo liquidarlo González para México dos veces, pero en una llegó a cruzarlo un defensor y, en la otra, elevó su remate.
Uruguay quiso, pero no supo cómo. México esperó su oportunidad de liquidarlo en una contra y lo logró por intermedio de Giovani Casillas, quien recibió de Fierro y definió cruzado pese al esfuerzo de Cubero, sentenciando así el encuentro y el tan ansiado título mundial (90'+2', 0-2).