Eñ portugués José Mourihno había adelantado que si sus dirigidos en el Real Madrid perdían ante Sporting Gijó, el equipo no podía ganar la liga española. Y así fue.
En la tarde en que el Pipita Gonzalo Higuaín volvió después de su operación de hernia de disco, el Real Madrid no pudo festejar.
Sufrió una amarga derrota en un estadio Bernabeu repleto, que todavía intenta digerir cómo pudo haber caído 1-0 ante el Sporting de Gijón tras asediar una y otra vez el arco rival. Pero así es el fútbol y ahora el equipo del portugués José Mourinho quedó muy complicado en su lucha por el título con el líder, Barcelona.
Sin Benzama (lesionado), Mourinho armó una delantera con el togolés Adebayor como punta y Angel Di María y Özil como extremos. La fórmula funcionó a la hora de generar peligro pero falló al momento de concretar. Por eso, había que cambiar.
Corrían los primeros segundos del segundo tiempo cuando el delantero argentino salió a calentar y se llevó la primera ovación. Doce minutos después, el Pipita se dio el gusto de entrar, en reemplazo de Granero. Nuevos gritos de aliento para quien fue una de las figuras del Madrid hasta su lesión y posterior operación en enero pasado. A los 5 minutos de andar pisando el campo, tuvo una chance clarísima: recibió un pase de Di María y fusiló al arquero Juan Pablo, que despejó al corner.
Pero mientras el Real iba por todo, el Sporting sacudió. Fue a los 33 minutos cuando Miguel de las Cuevas se encargó de cerrar una muy buena jugada colectiva definiendo recto abajo, inalcanzable, al palo derecho de Casillas.