Independiente le ganó 2 a 0 a Deportivo Quito y estableció una buena diferencia de cara a la revancha del próximo martes en Ecuador, que clasificará a uno de los dos equipos al grupo 8 de la Copa Libertadores de América.

El encuentro se jugó en Avellaneda y ambos tantos se marcaron en el segundo tiempo, a través de Matías Defederico y Patricio Rodríguez, a los 4 y 25 minutos, respectivamente.

Los dos goles de diferencia y la realidad de un flojo equipo ecuatoriano sirvieron para
ilusionar a la parcialidad local, ya que la revancha se jugará en el estadio Atahualpa de Quito, a 2.850 metros sobre el nivel del mar.

En el desquite el conjunto ecuatoriano deberá ganar como mínimo por dos goles y evitar que Independiente marque algún tanto, ya que en caso de igualdad en puntos y goles se clasificará el equipo que más goles conquiste de visitante.

El ganador de esta serie integrará el grupo 8 del certamen junto con Godoy Cruz de Mendoza, Peñarol de Uruguay y Liga Deportiva Universitaria de Quito, Ecuador.

Independiente, siete veces ganador del máximo torneo continental de América, fue justo ganador aún sin cumplir una buena actuación, ya que su rival fue menos complicado de lo que se esperaba, tras el antecedente de haber eliminado a un grande de Ecuador como Barcelona de Guayaquil.

El equipo que orienta tácticamente Antonio Mohamed no tuvo creatividad y profundidad en el ataque, pero sí tuvo la tenacidad de buscar la ofensiva en todo el desarrollo.

Y como suele pasar cuando un equipo juega la mayor parte del partido cerca de su arquero, dos errores defensivos le sirvieron la victoria en bandeja al local.

En el primer tanto Luis Checa rechazó corto y dejó la pelota justa para el zurdazo goleador de Defederico, y en el segundo la defensa ecuatoriana se quedó estática ante un centro de Nicolás Cabrera y Rodríguez definió de derecha en el área chica.

Independiente sintió la falta de un conductor para darle claridad a su juego (Defederico no tiene atributos para eso) y también una merma física en el segundo tiempo, similar a lo que le sucedió en este mismo estadio en la segunda final de la Copa Sudamericana ante el Goiás de Brasil.

Pero Deportivo Quito produjo una muy pobre labor y no supo aprovechar los 20 minutos finales del partido, cuando tuvo mayor control del campo y de la pelota.