Arsenal estuvo dos veces abajo en el marcador, pero se recuperó y derrotó a Gimnasia por 3 a 2 como visitante en un partido intenso.
Leguizamón, Obolo y Aguilar marcaron los tantos del equipo de Alfaro, mientras que Córdoba convirtió los del "Lobo".
A los 37 segundos de comenzado el partido, Jorge Córdoba aprovechó un error defensivo y definió cruzado para abrir el marcador. La ventaja desde el vestuario le permitió a Gimnasia jugar con la tranquilidad que no tuvo durante todo el Apertura. Con el manejo de Aued y Encina en la mitad de la cancha, más la presencia ofensiva de Graff y Córdoba, el “Lobo” manejaba la pelota y era más incisivo.
El equipo de Alfaro no conseguía hacerse del balón, y jugaba incómodo ante la presión que imponía el equipo de Pablo Morant. Leguizamón y Óbolo quedaban demasiado aislados arriba.
Pero con el correr de los minutos, Gimnasia se fue retrasando y le permitió al equipo de Alfaro progresar en el terreno. Y así llegó la igualdad a los 29 minutos, cuando el karma que tiene el “Lobo”, Luciano Leguizamón, remató defectuosamente pero con la fortuna necesaria para vencer a Gastón Sessa.
Después del gol, el equipo de Alfaro tomó el control del partido, e inclinó el juego hacia el arco del “Lobo”, aunque le faltó profundidad.
El segundo tiempo empezó con todo. Tanto, que antes de los cinco minutos habían convertido otro gol cada uno. Primero golpeó Gimnasia, con un cabezazo de Córdoba al minuto, pero enseguida Mauro Óbolo aprovechó un mal rebote de Sessa y estampó el empate.
Cuando parecía que el complemento sería frenético, el ritmo fue cayendo y el partido entró en un pozo, a la par de que los equipos se iban “enamorando” del empate. Sin embargo, sobre el final el equipo de Alfaro apretó y llegó al triunfo. Pablo Aguilar se anticipó a todos en un centro, y de cabeza consiguió el tercero.
Arsenal se repuso de estar dos veces abajo en el marcado y consiguió un triunfo trabajoso, pero que le permite seguirle los pasos a Estudiantes. El “Lobo”, en tanto, después del empate en el Monumental, volvió a pagar caro sus errores, y sigue hundido en el fondo de la tabla.