Boston ya tiene a 'los dos O'Neal'. Tras firmar a Jermaine como agente libre, a razón de 11'5 millones de dólares por dos temporadas, ahora han acordado con Shaquille hacer lo propio pero en términos salariales un tanto distintos. El 15 veces All Star llega por una sóla temporada (en contra de su deseo, que era asegurarse dos años) y cobrará 1.399.000 millones de dólares, el mínimo para los veteranos.

Con 38 años, 'Shaq', que acumula ya 18 temporadas en la NBA, ha elegido a los Celtics para intentar llenarse una mano de anillos. A las órdenes de Doc Rivers buscará el que sería su quinto campeonato, tras el 'three-peat' conseguido con los Lakers desde 2000 hasta 2002 y el título que ganó al lado de Dwyane Wade en Miami en 2006. Dado que su recorrido junto a Lebron en Cleveland acabó más temprano de lo que le hubiera gustado (los Cavs cayeron en semifinales del Este precisamente ante Boston), O'Neal ha preferido cambiar de aires, motivado también por el adiós de James.

'The Big Aristotle' viene de promediar 12 puntos y 6'7 rebotes por partido como Cavalier, los guarismos más bajos de toda su carrera profesional, si bien condicionado por su poca presencia en pista. Y es que los 23,4 minutos por encuentro que Mike Brown dispuso para él el curso pasado también marca su mínimo en la NBA en este apartado.

Consciente de que sus mejores años ya pasaron, aquellos en los que fue tres veces MVP de la Final y otras tantas del 'All Star Game', además de ser elegido en ocho ocasiones para el Primer Equipo de la Liga, 'Shaq' puede continuar aportando su imponente físico bajo el aro. Sin obviar su experiencia, algo de lo que no carecen en Massachussets como demuestran sus dos presencias en las Finales en los tres últimos años.

Y es que en Boston ya se han vuelto a acostumbrar a prolongar la temporada hasta el mes de junio, hecho que ha sido decisivo para que O'Neal se decantase por 'los orgullosos verdes'.

"Llegué a la Liga de forma elegante, y quiero salir de la misma manera. Mi idea principal era jugar para una franquicia ganadora: alguien que está acostumbrado a ganar, quiere seguir haciéndolo". Esa es la razón por la que rechazó el interés de los Hawks y, tras meditar qué hacer con su futuro (incluso llegó a plantearse la retirada), la misma que le hizo hacer las maletas rumbo al TD Garden, aún si ello implica empezar los encuentros desde el banquillo.