El seleccionado de Costa de Marfil, que llegó al Mundial de Sudáfrica como una de las grandes esperanzas de Africa en la primera Copa del Mundo en el continente, necesitará est viernes de un milagro ante su par de Corea del Norte para avanzar a los octavos de final, en el partido válido por la tercera fecha del grupo G.
El encuentro se jugará desde las 11 de Argentina en el estadio Mbombela, de Nelspruit, con el arbitraje del español Alberto Undiano Mallenco.
Didier Drogba y compañía necesitan ganar por una enorme cantidad de goles en Nelspruit y esperar que Brasil golee también a Portugal en Durban, para igualar en puntos con los lusos e intentar superarlos en la diferencia de gol, reportó la agencia DPA.
Tras dos encuentros, los portugueses tienen cuatro puntos y una diferencia de más siete goles, mientras que los marfileños suman un punto y están en menos dos de "gol average", un escenario impensado en el que fue justamente llamado "Grupo de la Muerte" antes de iniciarse el torneo.
Si es por su propio rival, los "Elefantes" pueden tener esperanzas: Corea del Norte sufrió ante el equipo de Cristiano Ronaldo la peor derrota hasta el momento en lo que va de Copa del Mundo al caer por 7-0.
"Nada está terminado todavía. Nos debemos algo a nosotros mismos. Espero que lo que suceda vaya en nuestro favor", se esperanzó el defensor Guy Demel.
Los misteriosos norcoreanos, que hicieron un muy digno partido ante Brasil pese a perder por 2-1 y aguantaron bastante bien a Portugal durante un buen rato, intentarán devolver algo de dignidad al equipo y a los millones de hinchas que, detrás de las infranqueables fronteras del país, gobernado por el estricto régimen comunista del dictador Kim Jong Il, estarán pendientes del encuentro.
"Creo que ellos (los hinchas) nos estarán animando a que juguemos bien en nuestro último partido", dijo Kim Jong Hun, el técnico norcoreano. "Reforzaremos nuestra mentalidad y nos prepararemos bien", agregó.
Un buen resultado podría atemperar los rumores de represalias contra jugadores y cuerpo técnico por parte del gobierno de Kim Jong Il a raíz de la humillante derrota ante Portugal.
"Sólo es un partido más, no hay este tipo de cosas. No hay castigo", dijo tras la caída An Yong Hak, jugador del Omiya Ardija japonés, uno de los tres únicos futbolistas que actúan en el exterior en el conjunto norcoreano.
En el Mundial de Inglaterra `66, Corea del Norte cayó ante Portugal por 5-3 tras ir ganando por 3-0 en los cuartos de final del certamen.
A raíz de la derrota, varios jugadores norcoreanos de aquella época pasaron años en una prisión denominada "Yoduk", según reveló uno de los miembros del equipo, Pak Seung-Jin.