Con un empate cada uno, en el grupo A del Mundial los cuatro equipos están apretados como piñones por lo que los tres puntos que mañana se disputan Sudáfrica y Uruguay en Pretoria tienen un valor enorme, pues garantizan casi el visado hacia los cruces.
Sin embargo, ni el empate de Uruguay ante Francia, ni el de Sudáfrica frente a México en la jornada de apertura del Mundial nacieron de la casualidad o del destino, sino que en ambos casos fueron consecuencia de errores propios que ambos entrenadores tratarán de corregir mañana sobre el césped del Luftus Versfeld.
Óscar Washington Tabárez es consciente que en su debut se le partió el equipo por la mitad, que sus jugadores de banda se vieron obligados a recular hasta jugar casi todo el partido con una defensa de cinco, lo que abrió un boquete entre líneas que dificultó la transición de la pelota.
Funcionó la defensa, que supo aguantar a Francia con un hombre menos, pero faltó lucidez arriba, con un Ignacio González espeso que será el damnificado en el partido de mañana en busca de una mayor continuidad en el juego charrúa de ida y vuelta.
El delantero del Palermo Edinson Cavani entrará en su lugar en el once celeste, lo que se traducirá en que Diego Forlán retrasará su posición unos metros para jugar como media punta.
El otro cambio en el once, según anunció ayer el propio técnico uruguayo, se producirá en la defensa, donde Fucile suplantará a Victorino para buscar en la zaga mayor velocidad punta que sirva para contrarrestar las arremetidas a la contra de los 'Bafana Bafana'.
"Creo que este es el equipo que mejor se adapta a las características del rival y el que está mejor preparado para jugar ese partido", afirmó Tabárez en conferencia de prensa.
Uruguay ya pudo ver, como todo el mundo, cuáles son las virtudes de Sudáfrica, pero también dónde están sus debilidades, con un defensa insegura en el juego aéreo y con problemas para poner el cartabón cuando tira el fuera de juego.
El técnico brasileño de los 'Bafana Bafana', Carlos Alberto Parrreira, no cuenta con demasiadas piezas intercambiables en su mecano, pero es probable que Tsepo Masilela sustituya en el lateral izquierdo a Lucas Thwala, por cuya banda entraron bajo palio los mexicanos en la primera jornada del Mundial.
Visto el gol que encajó Sudáfrica ante México, es de esperar que Parreira junte líneas para arropar a su portero y que fíe su suerte más que nunca a esos vertiginosos contraataques que tan buen resultado le dieron en el partido inaugural.
Dice Steven Pienaar, el volante del Everton, que le pesan las piernas, que nota el cansancio acumulado de su exigente temporada en la Premier League, pero difícilmente podrá Parreira prescindir de su jugador más técnico, del que da sentido al juego colectivo de su equipo.
Sudáfrica y Uruguay midieron su fútbol en un amistoso en 2007, pero ni los 'Bafana' de entonces son los de hoy ni la selección celeste, formada con jugadores que militaban en las ligas locales, tenía nada que ver con la que se ha traído Tabárez al Mundial.
Salvo sorpresa mayúscula, el peso del partido recaerá en los hombros de los uruguayos. Suyo será el balón y suya la responsabilidad de guardarlo para negarle a Sudáfrica su mejor arma, el contraataque y la velocidad punta de sus futbolistas, eléctricos en carrera lanzada.
Con esos mimbres buscarán unos y otros tres puntos vitales que les lleven a perfilarse como claros candidatos a plantarse en los octavos de final, una ronda hasta hoy inaccesible para los 'Bafana', que una vez más contarán con el apoyo inquebrantable de la grada para volar a lomos del sonido de las 'vuvuzelas'.
Alineaciones probables:
SUDÁFRICA: Itumeleng Khune; Siboniso Gaxa, Aaron Mokoena, Bongani Khumalo, Tsepo Masilela; Reneilwe Letsholonyane, Kagisho Dikgacoi; Steven Pienaar, Teko Modise, Siphiwe Thsabalala; Katlego Mphela.
URUGUAY: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Jorge Fucile; Egidio Arévalo Ríos, Diego Pérez, Álvaro Pereira, Diego Forlán; Luis Suárez y Edinson Cavani.
ÁRBITRO: Massimo Busacca (SUI)
ESTADIO: Luftus Versfeld, con capacidad para 50.000 espectadores