Banfield dejó dos elementos valiosos esta noche en su estadio al perder 2 a 0 con Nacional, ya que no solamente resignó su invicto sino que además le dejó la punta del grupo 6 de la Copa Libertadores al conjunto uruguayo, que aprovechando su buen juego aéreo lo definió en la primera etapa.

Tal como aconteciera en el estadio Centenario el pasado miércoles (empataron 2 a 2), las emociones se las llevó el primer tiempo, cuando Nacional hizo valer la superior talla de varios de sus jugadores para marcar sendos tantos.

Primero el "Bolso" se apoderó de la pelota en los 15 minutos iniciales con la prodigalidad de Maximiliano Calzada y Raúl Ferro para recuperar y el argentino Angel "Matute" Morales para conducir.

Y después de ese cuarto de hora, cuando Banfield empezó a apoderarse del balón con el despliegue de Roberto Battión y el manejo de un muy golpeado Walter Erviti, los uruguayos recurrieron a la practicidad del juego aéreo para complicar a la defensa local, tal como aconteciera hace seis días.

Y el protagonista de esta segunda propuesta fue el rubio zaguero Sebastián Coates, de 1,93 metros, que ganó en las dos áreas y se dio el gusto de anotar el primer tanto con una precisa peinada a los 34 minutos.

Esa conquista desestabilizó emocional y futbolísticamente a Banfield, al que le costó asimilar el golpe y lo terminó pagando muy caro.

Es que apenas siete minutos después de la primera anotación llegó la segunda tras otro centro, que en este caso no pudo ser despejado por Víctor López y Jonathan Maidana y le quedó servido para el derechazo de Gonzalo Godoy, que promediando la etapa inicial reemplazó al experimentado Alejandro Lembo, lesionado en el tobillo izquierdo.

La segunda etapa, con diferencia en el marcador e invertidos los roles, se pareció mucho a la que se jugó en el Centenario, aunque en aquella oportunidad el que no quería era Banfield y el que se desesperaba por atacar era Nacional. En esta oportunidad, obviamente fue al revés.

El partido se volvió "de Copa" en todo el segundo tiempo, con abundante pierna fuerte de ambos lados, algunos arremolinamientos y quejas constantes para el dubitativo árbitro brasileño Wilson Seneme.

Pero conforme fueron pasando los minutos la solidez de los visitantes se fue acentuando y la llama ofensiva consecuentemente se fue apagando.

Es que Nacional y Banfield juegan muy parecido, ya que saben aprovechar el juego aéreo y se defienden con solvencia, lo que muchas veces les permite cosechar mejores granos de visitantes que de locales.

De hecho en esta Copa los uruguayos empataron con Morelia en México (0 a 0) y hoy ganaron en Banfield, además sin goles en contra.

Y Banfield hizo lo propio, ya que goleó por 4 a 1 a Deportivo Cuenca en la altura de Ecuador y empató en el mítico Centenario con su verdugo de esta noche.

De esta manera Nacional trepó a los 8 puntos en la zona, uno por encima del "Taladro".

Para el equipo argentino fue una noche de frustración y de ilusiones postergadas, ya que hoy podría haberse acopiado buena parte de la clasificación para octavos de final, pero extrañó demasiado a sus extranjeros, el colombiano James Rodríguez, autor de los dos tantos en Montevideo, y el uruguayo Sebastián Fernández, que no rindieron en la medida de los esperado.

Pero quizás a quien más extrañe Banfield es a Santiago Silva, aunque para este caso no hay remedio. Se fue a Vélez por una diferencia económica de relativa importancia y sus goles ya no volverán. Y Rubén Ramírez, pese a su empeño, no da la misma talla.