Con la solidez que lo caracteriza en sus mejores actuaciones, Banfield venció por 3-1 a Colón en el Sur y se acerca a la cima del Torneo Clausura. El equipo de Julio Falcioni apoyó una noche sin sobresaltos en una gran tarea de Marcelo Quinteros en el medio y en la peligrosidad de Rubén Ramírez.

Este último fue el primero en amenazar con un disparo afuera en el inicio del período inicial y, ya a los 13 minutos y tras una buena jugada y habilitación por izquierda de un intermitente Walter Erviti, tomó la pelota de primera con una pirueta para poner en ventaja al Taladro.

La parsimonia y la falta de explosión sabalera parecían indicar que, cuando se lo propusieran, los de Julio Falcioni aumentarían la ventaja. Y así fue a los 31, cuando Cristian García se fue por derecha y definió alto y esquinado al primer palo de Diego Pozo. Enseguida, el arquero debió ahogarle otro intento a Ramírez. El campeón estaba encendido.

Buena parte de la última etapa rozó el aburrimiento. Con inteligencia, el local hacía rodar la pelota sin intenciones de ir por más, mientras los santafesinos no ocultaban su escasez de ideas y caían una y otra vez en la intrascendencia.

Más cerca del final que del inicio, pareció que Banfield se convenció de liquidarlo. Ramírez lo tuvo con un cabezazo desviado y el ingresado Emmanuel Pío probó desde afuera para que desviara Pozo. Hasta que a los 40 llegó la sorpresa. Se despertó Esteban Fuertes y, con un bombazo de tiro libre, descontó para el Sabalero.

Sin embargo, a los 44 Banfield consiguió la frutilla del postre para disipar todo suspenso. Ramírez hiló un jugadón que dejó a la defensa pagando, enfrentó en soledad a Pozo y definió bajo y con clase al tercero. Asunto terminado.

Así fue que Banfield ganó un partido que manejó a su antojo. Y viene pidiendo permiso desde atrás para colarse en la pelea. Colón también sigue cerca, pero una actuación tan opaca como la de hoy, por lo menos, debería merecerle algún replanteo serio.