La selección de Paraguay ha exhibido la enorme pegada de la que dispone ante el Athletic Club en San Mamés, donde Óscar Cardozo, con dos goles, y Roque Santa Cruz, con uno, han desnivelado rápido un partido que ha terminado 1-3 tras un tanto de Íñigo Díaz de Cerio en la parte final del choque.
El combinado dirigido por Gerardo 'Tata' Martino, con sus mejores hombres sobre el terreno de juego, ha superado con suficiencia a un rival que no ha echado mano de sus mejores jugadores y que ha saltado al campo lleno de reservas y canteranos.
La superioridad del conjunto guaraní -esta vez blanco y no albirrojo por la coincidencia de colores con el rival- se ha notado especialmente en una primera parte en la que cada llegada visitante al área local era como un incendio para la tierna defensa que ha puesto en juego Joaquín Caparrós.
En el gol que abrió el marcador, Santa Cruz demostró su dominio del remate con una bien empalada volea desde el vértice del área y su Cardozo olfato de gol aprovechando el rechace de Armando.
En el segundo, el ariete del Manchester City ganó la espalda a la zaga rojiblanca en un balón largo y, casi son inmutarse, cruzó, sin apenas ángulo, ante la salida del meta vasco.
Y en el tercero Cardozo se levantó, inalcanzable para los cachorros rojiblancos, a rematar a la red un centro de Gamarra desde la derecha.
Esos tres tantos fueron prácticamente el partido, ya que en la primera mitad el Athletic no fue capaz de responder al complejo sistema táctico rival, que pasaba de tres hombres atrás cuando tenía la posesión de la pelota a cinco o seis cuando la perdía.
En esa dinámica, era especialmente relevante el papel de Cáceres, que se incrustaba entre los centrales para cerrar pasillos defensivos o iniciar el juego, y la del lateral izquierdo Morel, casi extremo cuando su equipo dominaba el juego. El otro lateral, Verón, también adelantaba entonces su posición.
La segunda parte no dio para mucho más que para un carrusel de cambios que lo tuvo continuamente parado. Aún así, mejoró el Athletic, que se acercó con peligro con cierta asiduidad a la meta paraguaya. Sobre todo en dos golpes francos directos del zurdo Íñigo Pérez, que Villar envió a córner.
Ya en la recta final del choque, David López concretó una gran jugada por la derecha, ya dentro del área, que terminó con un pase atrás letal que Díaz de Cerio aprovechó para marcar el único tanto de su equipo.
Lo celebró con ganas el donostiarra, ansioso de ir ganando confianza y moral de cara a su regreso a los terrenos de juego una vez recuperado del todo de la grave lesión que le ha tenido muchos meses apartado de la posibilidad de jugar.