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Estudiantes la pasó mal en Perú por la Copa y cayó 4-1
18 de febrero de 2010
Cuando todo parecía que le iba a resultar sencillo al campeón de América, con ese gol-récord de José Sosa a los 8 segundos, el partido terminó siendo una pesadilla para Estudiantes. Alianza Lima se recuperó y, literalmente, lo pasó por arriba al campeón, con los hinchas de Alianza corearon el "Ole ... ole" en los últimos minutos del partido. Wilmer Aguirre fue la gran figura de la noche. Hizo tres goles y sorprendió por su extrema velocidad y por su contundencia en la definición. Fue un partido a puro vértigo, desde el principio al fin. Histórico. Inolvidable.

No hubo tiempo para acomodarse. Todo sucedió demasiado rápido. En apenas 8 segundos, Estudiantes ya estaba 1-0 arriba. Alianza Lima sacó del medio, envió el balón hacia atrás y ante la presión de José Sosa, el ex Quilmes Héctor Vidal Sosa intentó despejar pero la pelota rebotó en el Principito, que se metió en el área, eludió al arquero Libman y marcó el primer tanto. Ocho segundos marcaba el cronómetro. Ocho segundos para quedar como el gol más rápido de la historia de la Copa Libertadores. Parecía que el actual campeón del torneo iba a poder manejar, por experiencia, el desarrollo del juego. Pero de a poco el equipo peruano, con la velocidad y peligrosidad de Wilmer Aguirre, fue inclinando la cancha hacia el arco de Orion. Y a los 17, Aguirre puso quinta, encaró a Desábato y, aunque lo favoreció un rebote, definió con un potente derechazo.

Mucho antes de los 33 minutos debía ir ganando Alianza Lima. Porque a los 27 minutos el árbitro venezolano Escalante no sancionó una mano penal de Clemente Rodríguez y a los 30 minutos, a instancias del línea, le anuló mal un gol a José Carlos Fernández, que estaba habilitado. Siguió siendo tan veloz el juego como ese gol de Sosa, más rápido que un rayo. A los 31 minutos, Enzo Pérez se perdió el segundo por duplicado (primero se lo sacó el arquero y luego Solís, rechazando el remate al córner) y a los 33, Wilmer Aguirre, ya esa altura la figura del partido, siguió jugando a una velocidad distinta a la del resto. Despejó Edgar González desde el fondo, Aguirre le ganó el salto a Clemente Rodríguez, dejó clavado en el piso a Braña y definió ante la salida de Orion, a quien la pelota le pasó entre las piernas.

En la parte final, el equipo de Alejandro Sabella, con Verón como estandarte, intentó manejar el juego y llegar al empate. Pero no podía lastimar en el área de Libman. Y el problema era que cada vez que Alianza Lima encaraba una contra de la mano de Sánchez y Aguirre, la defensa de Estudiantes temblaba.

A los 19 minutos se lució Orion. Sánchez, por izquierda, tocó rápido para Aguirre, y el endiablado delantero le pegó desde afuera del área y el arquero la sacó justo al córner cuando la pelota tenía destino de gol. Y lo que tanto se temía, finalmente sucedió. A los 29 minutos del segundo tiempo, otra vez Aguirre tomó la pelota en tres cuartos de cancha, dejó parado a Desábato, enganchó hacia la izquierda y sacó un zurdazo cruzado, inatajable para Orion. Hubo tiempo para otro lujo, para otro desborde de Aguirre, la gran figura, y el centro perfecto desde la derecha fue capitalizado por Fernández, para el cuarto gol.

Un histórico, como Alianza Lima, le ganó a otro histórico, como Estudiantes, en un partido que quedará en en la historia.