Argentinos Juniors supo cambiar a tiempo y apabulló por 6-3 a Lanús, que puso un equipo alternativo porque el martes jugará por la Libertadores, en el arranque de la fecha 3 del Clausura. El Bicho, que aún no tenía victorias en el Clausura, arrancó perdiendo por 2-0 antes de los 15 minutos, pero con actitud y contundencia logró recuperarse para desatar un histórico vendaval de goles en el Sur.
La apuesta de Luis Zubeldía de apelar a un equipo alternativo pensando en el duelo del martes ante Libertad por la Copa arrancó con el pie derecho. El Granate respetó su idea de cuidar la pelota y atacar con los volantes externos. Marcos Aguirre supo aprovechar bien las espaldas de Gonzalo Prósperi y pisó fuerte por la derecha, mientras que Eduardo Ledesma se estacionó por izquierda y tejió sociedades con el joven lateral Maximiliano Lugo.
A los 9 minutos, en la primera situación clara de riesgo, Lanús no perdonó la pasividad defensiva de Argentinos y abrió el marcador. El Pulpito Diego González se vistió de enlace y le cedió la pelota por derecha a Aguirre, quien se levantó rápido luego de trastabillar, se acomodó enfrente de Juan Sabia y sacó un remate cruzado que Nicolás Peric no pudo contener. Tres minutos después, el paraguayo Santiago Salcedo aumentó con su especialidad: los tiros libres. El ex River utilizó una comba precisa que hizo retroceder sobre sus pasos al arquero.
Por su parte, Argentinos penaba porque el aceitado doble cinco que integran Juan Mercier y Néstor Ortigoza no podía ganar las divididas. Tampoco gravitaba el enganche Facundo Coria, presa fácil de la marca. Hasta que a los 23 llegó el descuento que cambió el partido. Gustavo Oberman le robó la pelota a Lugo por derecha, tiró un centro y el juvenil Rodrigo Erramuspe marcó en contra de su valla.
Entonces, el Bicho cambió su cara y comenzó a aprovechar la gran falencia de Lanús: la defensa. Con el esfuerzo de José Luis Calderón y la velocidad de Oberman y Prósperi, los dirigidos por Claudio Borghi emparejaron el encuentro. Mientras tanto, el Granate confundió los caminos y volcó el juego hacia el centro, en lugar de abrir espacios por las bandas. El merecido empate llegó a los 43. Oberman tocó con Calderón y el ex Estudiantes asistió de manera genial a Nicolás Pavlovich, quien se perfiló en segundos y no le dio chance a Agustín Marchesín.
Argentinos volvió del entretiempo con mayor frescura y con una novedad táctica: Oberman fue hacia la izquierda y Prósperi a la derecha. Con la movilidad del Cachete, el Bicho se mostró más filoso y coqueteó cerca del arco local. A los 3, Ortigoza se lo perdió solo por izquierda, mientras que poco después Peric achicó bien en un peligroso mano a mano con Aguirre.
El mejor trabajo del conjunto de La Paternal se cristalizó en el marcador antes de los 10 minutos, gracias a otra aparición del goleador Pavlovich. El Buitre recibió un pelotazo frontal al área y definió con una pirueta tras ganarle al central Carlos Quintana. Las concesiones defensivas del Granate se profundizaron con el correr del encuentro y el que también las aprovechó fue Ismael Sosa, quien ingresó por Calderón y puso el 4-2 luego de una corrida por izquierda.
A pesar de las múltiples fallas en la contención, Lanús siguió yendo al frente sin éxito y Argentinos dispuso de varias chances para estirar la ventaja. A los 22, Pezzotta cobró penal por una mano de Lugo, que quiso tapar un remate de Pavlovich, y Ortigoza festejó el quinto tanto con un sólido remate.
Pero hubo más emociones. A los 33, el chileno Emilio Hernández estampó el 6-2 tras aprovechar la mala salida de Marchesín y picar la pelota con clase. En tanto, el juvenil Leandro Díaz descontó a los 35 después de conectar un centro desde la derecha de Carrasco.
A poco del cierre, Peric estuvo a punto de dejar al arco y Sabia se fue expulsado por doble amarilla. El pitazo final de Pezzotta provocó el cese de la lluvia de goles en la cancha de Lanús. Argentinos deleitó con una contundencia fantástica y humilló a la versión alternativa del Granate, que sufrió un golpe histórico. Un partido que el hincha de Argentinos no olvidará jamás.