El Manchester City destituirá este fin de semana a su entrenador, el galés Mark Hughes, incluso si el equipo gana este sábado su partido de la Premier contra el Sunderland.

Así lo afirma este sábado el diario británico The Sun, que asegura que el propietario del club, el jeque Mansur Bin Zayed, y el presidente, Jaldun Al Mubarak, definitivamente perdieron la fe en su entrenador tras la derrota por 3-0 el pasado miércoles frente al Tottenham.

El holandés Guus Hiddink y el alemán Jurgen Klinsmann son los nombres que baraja ahora la dirección del City, que confiaba en que Hughes llevara al equipo a luchar por los puestos principales de la liga inglesa tras los multimillonarios fichajes del pasado verano.

Sin embargo, el club de Manchester es octavo en la tabla, con 26 puntos en 16 partidos, a 14 puntos del líder, el Chelsea, y a 6 puntos del Aston Villa, que ocupa el cuarto lugar que da el derecho a jugar la próxima temporada la UEFA Champions League.

Hughes, que como futbolista jugó entre otros en el FC Barcelona, se convirtió el máximo responsable técnico del Manchester City en junio de 2008, fecha desde la que el club propiedad de un consorcio de Abu Dabi se ha gastado 300 millones de euros en fichajes.

The Sun explicó que la visión del equipo directivo es que el entrenador no ha sido capaz de rentabilizar el esfuerzo económico en el terreno de juego y que ya estuvo a punto de ser destituido el pasado 28 de noviembre después de que el City encadenara tres empates consecutivos -frente a Hull City, Fulham y Burnley-, en tres partidos en los que dejó escapar la victoria en el último momento.

Sin embargo, Hughes salvó el puesto tras alcanzar las semifinales de la Carling Cup a costa del Arsenal y una victoria en casa sobre el Chelsea (2-1), pero sendos nuevos tropiezos ante el Bolton (3-3) y la goleada sufrida ante el Tottenham parecen haber colmado definitivamente la paciencia de los propietarios del club.