27 de diciembre de 2024
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Arsenal y el "rojo", un empate que dejó muy poco
26 de junio de 2009
Así, ambos equipos completaron un pobre semestre: los de Avellaneda, en medio de una crisis y con un DT que admitió que “se equivocó mucho” a la hora de buscar la formación ideal; y los de Jorge Burruchaga, con la posibilidad de quedar en la última posición si es que Argentinos y Gimnasia de Jujuy ganan.
Ambos conjuntos saltaron al campo de juego y demostraron por qué están en el lugar que están en el campeonato. Sin hacer demasiado, el local contó con las mejores situaciones para abrir el marcador. Esto, en gran parte, se debió a la pasividad de la defensa del Rojo. Además, el juvenil Franco Jara y Luciano Leguizamón fueron de los más activos de la etapa inicial. Los del Tolo Gallego, por su parte, no concretaron ninguna jugada de riesgo hasta el entretiempo.
A los 6 minutos, Samuel Cáceres salvó la caída de su arco: Leguizamón había dejado en el camino a Fabián Assmann y había definido cruzado, pero el paraguayo llegó justo al cierre. Cuando iba media hora de juego, Matellán sacó un pelotazo desde la mitad de la cancha y Jara aprovechó las desatenciones de la última línea del rival para aventajar a los suyos en el marcador. Luego hubo otra jugada parecida, pero el delantero definió muy suave y simplificó la tarea de Assmann.
En el complemento, Gallego cambió el esquema y mandó a la cancha a Lucas Pusineri y Matías Canteros. Con ellos, el Rojo mejoró un poco y, aunque el equipo siguió defraudando, cambió la imagen apática del primer tiempo. Así, Independiente consiguió la igualdad casi sin buscarlo: Federico Mancuello sacó un tiro libre, nadie cabeceó y Cristian Campestrini, sorprendido, la tuvo que buscar adentro del arco. La reacción de los jugadores de Arse fue pedir una mano de Cáceres, aunque aparentemente el defensor no habría tocado la pelota y Gustavo Bassi, quien dirigió su último partido, validó el gol.
A partir del empate, fue nuevamente Arsenal el que tomó la iniciativa. Javier Yacuzzi estrelló un tiro libre en el travesaño (la segunda vez que ocurrió en el juego, ya que anteriormente Jara había rematado en el horizontal) y luego Eduardo Tuzzio salvó la caída de su valla sobre la línea tras una exquisita definición de Leguizamón. De todas maneras, el resultado no volvió a sufrir modificaciones y ambos equipos se despidieron del campo de juego y del campeonato Clausura con la cabeza gacha.