San Martín venció 1 a 0 a Estudiantes de La Plata en Tucumán, en la continuidad de la sexta fecha del torneo Clausura. El gol fue anotado por el defensor Matías Villavicencio.
Los dirigidos por Carlos Roldán le ganaron al equipo "albirrojo", dirigido por la dupla Gurrieri y Trama, por 1 a 0 en un duelo importante para ambos equipos. Por un lado los locales que deben engrosar su promedio por el descenso. Mientras que los de La Plata, con técnicos interinos, necesitan cambiar la imágen pálida de los últimos encuentros, en este Clausura.
Un primer tiempo en el que los dos equipos buscaban hacer su negocio, un elenco tucumano que buscaba anotar el gol de entrada, mientras que los de La Plata buscaban acomodarse, desde el banco con la dupla técnica (Gurrieri- Trama), los cuales, reemplazaban a Leonardo Astrada.
Todo en el elenco local era gracias a las llegadas de Nicolás Herrera, más las subidas de Raúl Saavedra, más lo que siempre exigía el chileno Cristian Canío, era lo que proponía San Martín.
Lo mejor de la visita era lo que podía fabricar el uruguayo Juan Salgueiro, más las arremetidas de Diego Galván, pero sin suerte. Aunque la figura excluyente fue Mariano Andujar, quien le ahogó en varias oportunidades el gol a los norteños, lo que indicaba que la defensa era muy flojo.
A partir de los quince minutos fue más el elenco local, aunque si de algo fallaba era de efectividad, ya que dos llegadas fueron de gol, y para irse al descanso por dos goles de diferencia.
Una chilena de Canío que tuvo tiempo de armar la jugada y de manera efectiva, a la cual Andujar la envió al centro. Luego la tapada mano a mano del portero platense, ante el delantero chileno, de más peligro en el encuentro, hacían de este partido entretenido un empate, pero con más merecimiento para los dueños de casa.
Para la visita solo un mano a mano del misionero Juan Lentini, quien tras un mal cierre de los centrales tucumanos le quedó al joven delantero, pero quien apareció fue marcos Gutiérrez, quien la mandó al corner.
Se iba un primer tiempo en el que San Martín mereció pero pecó de falta de efectividad y profundidad. Estudiantes en tanto la sacó barata y por su arquero no se iba a los vestuarios cayendo por goleada.
En la segunda etapa, como a lo largo de todo este campeonato, San Martín salió ganando desde el vestuario, un centro en los pies del uruguayo Anchín y de cabeza quien apareció fue Matías Villavicencio, quien con un frentazo clavó al ángulo la pelota y abrió el marcador.
Un partido recién comenzado, el cual para ambos elencos las piezas estaban recién acomodándose. Y el mazazo, justificado por lo hecho en la primera etapa, que no fue bien asimilado por el elenco visitante.
A partir de ahí se abrió el partido, y los desbordes por ambas bandas se hicieron corrientes para elenco tucumano, mientras que por el lado visitante lo mejor era de Salgueiro, que con más ganas que ideas se las ingenió para armas jugadas, sin profundidad, pero dejando en claro que no estaba muerto, y que si no sentenciaban el partido sufrirían todo el partido.
Un remate del recién ingresado Marcelo Perugini, tras eludir a Cristian Cellay, que dio en el palo, fue la jugada de más riesgo, después todo eran constantes insinuaciones o acciones donde faltaba definir, cosa que sufría el técnico Roldán.
Tras el ingreso de José Luis Calderón, las cosas para el local no fueron nada fáciles, ya que el ex delantero de Independiente, se puso el “equipo al hombro” y con sus jugadas, más la asociación con las trepadas de Juan Iberbia por la banda izquierda.
Pero por el otro lado de contra, algo que le gusta al conjunto de Roldán, Cristian Canío derrochaba jugadas que eran goles cantados. Dos manos a mano con Andujar que el trasandino tiró por arriba del travesaño.
De ahí la desesperación para ambos elencos jugó un papel importante, porque le local no podía cerrar el juego, mientras que Estudiantes buscaba con alma y vida un empate que le permita volver a sumar en las posiciones.
En el final tres llegadas de Agustín Alayes, que terminó jugando en dupla de atacantes con Calderón, pegó una pelota en el travesaño y le dejó el “corazón en la boca” a los hinchas y jugadores tucumanos.
Sufriendo y con un Estudiantes que no le permitió relajarse después del gol, el “santo” se llevó una importantísima victoria, ante un “pincha” que pagó la falta de profundidad en las jugadas de gol.
Lo mejor del local fue el juego de Villavicencio, mientras que del otro costado, Andujar le permitió al elenco platense que le marcaran un solo gol.