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Los lobos, jujeño y platense igualaron 1-1
13 de diciembre de 2008
En La Tacita de Plata, ganaba el platense con gol de Diego Villar (PT 13m), pero igualó Ariel Montenegro (ST 30m) para el jujeño en un duelo entre dos equipos en zona de descenso directo.

Era un choque que valía más que tres puntos, tanto para el local Gimnasia de Jujuy como para la visita, su homónimo de La Plata. Es que en La Tacita de Plata se veían las caras nada menos que los equipos que actualmente ocupan los últimos dos lugares de la tabla de promedios, la temida zona de descenso directo. Y al final fue empate 1-1.

El Lobo platense supo aprovechar sus momentos durante el primer tiempo. El conjunto de Leonardo Madelón tuvo un buen arranque, insisitó en buscar el arco contrario y consiguió la diferencia. El primero en avisar fue Ignacio Piatti con una irrupción por derecha que ahogó Gastón Pezzutti, y a los 13, tras un córner desde la derecha, la pelota le cayó a Diego Villar, sin marca afuera del área, y éste la clavó en la red.

Después, sin embargo, los platenses bajaron la intensidad de su juego. Entonces fue el local el que se animó y se adelantó para acompañar con más gente a Pablo Calandria. Héctor Desvaux lo tuvo con un cabezazo y el mismo Calandria con un mano a mano, pero entonces apareció la figura de Gastón Sessa para neutralizar los intentos.

Pero con el correr de los minutos, la visita fue volviendo al protagonismo. Y regresó el asedio sobre los jujeños: un disparo de Piatti obligó al rebote a Pezzutti y Denis Stracqualursi no llegó a empujarla y otra vez Pezzutti se lució ante remates de Stracqualursi y Franco Niell.

La parte final empezó falta de ritmo a comparación de su antecesora. Eso significa que el equipo de Madelón renunció a ir por la estocada final, y vaya si lo pagó caro. A los 30, Ricardo Gómez escapó por izquierda, mandó un centro que hizo quedar a Sessa a mitad de camino y el ingresado Ariel Montenegro cabeceó para la igualdad.

En el epílogo, hubo una chance para cada uno de llevarse todo el premio: Pezzuti se la sacó del buche dos veces a Piatti y otro ingresado, Juan Arraya, definió alto desde la izquierda.

Bajo el diluvio que para entonces ya se había desatado en Jujuy, ambos se apropiaron de un punto, y con justicia, aunque el mejor sabor de cara a las vacaciones quedó en el paladar local.