Por Roberto Aguirre Blanco
El quinto set del partido de dobles fue la gran clave. Allí el equipo argentino de la Copa Davis que por primera vez alcanzó la final del torneo, acarició la posibilidad de levantar la soñada Ensaladera de plata.
Sacaba Guillermo Vilas con un 7-6 arriba y 30 a 0 a su favor, pero junto a su compañero José Luis Clerc no pudieron sostener esa victoria parcial y tras dar una dura batalla terminaron cediendo el punto clave del doble por 11 a 9.
Frente a ellos estaba la mejor pareja de dobles del mundo de ese momento conformada por John Mc Enroe y Peter Flemming, ganadores de seis Grand Slam por esos años.
Ese punto definió prácticamente la serie jugada en el Coliseum de Cincinatti entre el 11 y el 13 de diciembre de 1981, en una superficie de carpeta muy rápida, ideal para los estadounidenses y compleja para los argentinos.
Fueron cinco sets terribles que incluyeron peleas cuerpo a cuerpo entre Clerc y Mc Enroe, que además de insultos mutuos dentro de la cancha, incluyó empujones cuando se cruzaron un par de veces en el cambio de lado.
Todo se debió a la estrategia de “supermac” quien a sabiendas que Vilas necesitaba mucho silencio en el court para su concentración, cuando el partido favorecía a la Argentina, insultaba al marplatense antes de cada saque.
En ese momento, “Batata” y “Willy” eran el cuarto y sexto en el mundo respectivamente, en una formación que fue lo mejor que tuvo el tenis argentino en su historia.
Entre ellos había profundas diferencias que llevaron inclusive ese año a participar en todas la serie sin dirigirse la palabra, pero en aquella final, como dos grandes profesionales y con la camiseta puesta, se alentaron y dialogaron mucho sobre el juego en ese tercer punto definitorio.
En la primera jornada, Vilas cayó ante Mc Enroe en tres sets, mientras Clerc derrotó a Roscoe Tanner –famoso por tener el saque más potente del circuito— también en parciales corridos.
Con el 2 a 1 a favor de Estados Unidos, el tercer día en el punto inicial el irascible Mc Enroe logró el punto clave al vencer a “Batata” por 7-5, 5-7, 6-3, 3-6 y 6-3, en otro partido caliente.
Con la final definida, el quinto punto quedó inerte cuando los capitanes Artur Ashe y Carlos Junquet decidieron suspender el segundo partido de ese día cuando Tanner ganaba en el primer chico a Vilas 11 a 10.
En esa primera final argentina todo se les hizo cuesta arriba, pero la grandeza y calidad de los dos mejores jugadores de Argentina, junto al equipo que también integraron Ricardo Cano y Eduardo Bengoechea, estuvieron muy cerca de la hazaña.