Los organizadores de la Copa del Mundo de fútbol de Alemania afirmaron que están haciendo todo lo posible para evitar que haya espontáneos que salten al terreno de juego, pero subrayaron que será imposible evitarlo por completo.
Dos veces en dos días ha quedado en evidencia la seguridad en los estadios: el miércoles, cuando un hincha tunecino saltó al césped durante el encuentro Túnez-Arabia Saudí en Múnich, y el martes, cuando un croata hizo lo mismo en el Brasil-Croacia disputado en Berlín.
Ambos lograron entrar en el terreno de juego envueltos en la bandera de sus respectivos países y fueron evacuados sin utilizar la fuerza.
"Dijimos que no teníamos garantías contra ese tipo de cosas", declaró el vicepresidente del Comité organizador Wolfgang Niersbach.
"Nadie quiere volver a las rejas en torno al terreno, pero esta clase de cosas no nos parecen en absoluto divertidas. El día en que uno de ellos lleve un arma, entonces diremos se acabó la gracia", advirtió Niersbach, aunque está convencido de que la seguridad a la entrada de los estadios impedirá que se puedan introducir armas.
Los dos culpables fueron condenados a penas equivalentes a alrededor de un mes de salario, y se les prohibió la entrada a los estadios por lo que queda de torneo.