Los aficionados al fútbol deberían beber suficiente y no gritar demasiado durante los partidos del Mundial de Alemania 2006, según recomendó el médico Carsten Stick, director del Instituto de Climatología Médica de la universidad alemana de Kiel.
"Gritar demasiado puede provocar un colapso si al mismo tiempo se respira muy rápidamente y con demasiada profundidad", dijo Stick, considerando al mismo tiempo que "los partidos del Mundial constituyen para muchos aficionados una carga extrema a la que no están acostumbrados".
El especialista afirmó que entre los factores que pueden constituir una carga para los aficionados se encuentran el calor en los partidos de la tarde, los sobresaltos, los gritos y la excitación. "La excitación es una reacción de alerta del cuerpo, que se prepara para luchar o huir. Acelera los latidos del corazón e incrementa la respiración", añadió.
Stick recomendó "prestar atención a las señales del cuerpo" y, de registrarse problemas de circulación, acudir inmediatamente a la sombra y beber.