Los jugadores de los Estados Unidos parecen haber entendido el mensaje recibido en las últimas competiciones internacionales y, gracias a una buena actitud frente a Angola, añadieron el segundo partido ganado a su lista de triunfos en Beijing 2008 sin más apuros que los lógicos de una competición tan exigente.
El torneo olímpico de Beijing, pese a ser un envite de guante blanco (diecisiete faltas personales entre los dos equipo), está tomando un cariz que, en cierto sentido, da miedo porque no hay equipo alguno que pueda sentirse a salvo de salir un día de la Villa Olímpica con dirección al pabellón de Wukesong -salvo los estadounidenses que se alojan fuera de la residencia de atletas- y regresar con una derrota en la mochila.
España pasó las de Caín para remontar ante China y no pudo ganar hasta la prórroga de un partido asfixiante. Los estadounidenses tampoco tuvieron un camino de rosas frente a Angola, el campeón de África, aunque ni mucho menos tuvieron las complicaciones que atravesó España, el rival que todos quieren ver el próximo sábado frente a los estadounidenses. Es, ahora mismo, el partido de Beijing 2008. Las entradas, por supuesto, se agotaron hace un siglo.
La resistencia de los africanos se quebró en el tercer cuarto, pero hasta entonces habían deparado fases muy interesantes dentro del partido. El secreto de resistir, incluso de remontar parciales desfavorables que amenazaron con fulminarles a las primeras de cambio, es que Angola no bajó los brazos, que nunca dejó de confiar en el baloncesto que juega, o sea, que se movió por la pista sin mirar el marcador. Salió a jugar y jugó. Sin más.
Estados Unidos habría tenido problemas más serios de no ser porque alcanzó un 21-33 (m.12) con un noventa por ciento en tiros de dos (nueve de diez) reforzado por las nueve pérdidas de balón que los angoleños acumulaban en ese lapso del encuentro. Pero cuando bajaron la producción, algo que era inevitable, el acercamiento de la selección de Alberto Carvalho llegó de inmediato (32-37).
Puede que el espinoso encuentro que España había sufrido poco antes contra los chinos contribuyera a poner en guardia a los jugadores de Mike Krzyzewski. Aunque la verdad es que se detecta una aproximación al campeonato bastante diferente a la que la formación estadounidense transpiró en el Mundial de Japón 2006 y los Juegos de Atenas 2004.
La aproximación africana fue inmediatamente contrapuesta con un parcial de 0-10 (32-49) y, además, los norteamericanos continuaron en guardia hasta dar carpetazo al segundo compromiso olímpico con diferencias en torno a la treintena de puntos, algo que ya pertenece al tercer cuarto, antes de bajar el ritmo y permitir que Angola arreglase un poco los números.
SÍNTESIS DEL PARTIDO:
ANGOLA (76) (18+19+16+23): Armando Costa (9), Gomes (4), Morais (24), Mingas (8), Paulo (2) -cinco inicial-, Ambrosio (2), Almeida (8), Barros (5), Jerónimo (-), Luis Costa (9) y Moussa (5).
ESTADOS UNIDOS (97) (29+26+26+16): Kidd (-), James (12), Bryant (8), Anthony (12), Howard (14) -cinco inicial-, Wade (19), Bosh (8), Paul (6), Prince (7), Williams (7), Redd (2) y Boozer (2).
ÁRBITROS: Estévez (ARG), Butler (AUS) y Towsend (CAN). Sin eliminados.
INCIDENCIAS: encuentro correspondiente a la segunda jornada de la primera fase del torneo de básquetbol masculino de los Juegos de Beijing 2008 disputado en el pabellón Wukesong ante unos 11.000 espectadores.