El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó hoy domingo al Centro Acuático Nacional de Beijing, más conocido como el "Cubo de Agua", para animar a los nadadores estadounidenses en su lucha por medallas de oro olímpicas.
Vestido con una playera color azul celeste, el mandatario siguió de cerca la prueba cuando el prodigio de la natación norteamericano, Michael Phelps, arrancó su persecución sin precedentes de ocho oros en la final de los 400 metros estilos. Bush se puso de pie coreando vítores y agitando una bandera nacional de EEUU, mientras el nadador de Baltimore recorrió los últimos 100 metros con el estilo libre.
Obviamente, la presencia de Bush animó a Phelps.
"Es tremendo que el presidente ha venido a presenciar la prueba. Miré hacia la tribuna y le ví agitar la bandera. Es fantástico que el presidente te diga 'felicitaciones'", dijo Phelps, quien se llevó su primera medalla de oro en Beijing con un nuevo récord mundial.
Bush estaba acompañado por la primera dama, Laura Bush y su hija Bárbara.
La nadadora Katie Hoff, otra esperanza de EEUU para obtener oros, sin embargo, no ofreció una buena actuación y terminó la prueba de los 400 metros estilos, por detrás de la australiana Stephanie Rice y la veterana zimbabuense Kirsty Conventry.