La sudafricana Natalie du Toit, la única atleta que compite con una pierna menos, vive dos momentos fuertes en los Juegos Olímpicos de Beijing: el desfile con el estandarte de su país en la ceremonia inaugural y la prueba de diez kilómetros en aguas abiertas.

Amputada de su pierna izquierda desde que a los 17 años fue arrollada por un coche cuando iba en su moto, Du Toit no ha parado de trabajar hasta lograr clasificarse para unos Juegos.

En Atenas se quedó a las puertas de obtener la marca mínima y tuvo que conformarse con acudir a los Juegos Paralímpicos, donde amasó cinco oros y una plata.

Pero ella quería competir con los mejores, así que trabajó duro hasta que, sobreponiéndose a su discapacidad, logró la mínima olímpica en la Copa del Mundo de aguas abiertas disputada en Sevilla en mayo pasado.

Logrado ese objetivo, Du Toit busca ahora colgarse una medalla, lo que le convertiría en el segundo atleta amputado de la historia en subir a un podium desde que lo hiciera el tirador húngaro Karoly Takacs en 1958 y 1956, tras aprender a disparar con la mano izquierda después de haber perdido la derecha por la explosión de una granada.

Sería la guinda a años de trabajo de esta nadadora de vocación que ya despuntaba en la piscina antes del fatal accidente y que estuvo a punto de clasificarse, con 16 años, para los Juegos de Sydney 2000.

Ya con una pierna menos, Du Toit comenzó a lograr buenos resultados y en 2002 se metió en la final de los 800 metros libres, algo que ninguna otra nadadora amputada había logrado en una competición importante.

Pero en las pruebas en piscina tenía problemas en los cambios de dirección, por lo que Du Toit se centró en las aguas bravas, donde ha mejorado sus resultados hasta poder llegar a Beijing.