"Quiero enviar al país organizador y a los atletas, mi cordial saludo, con el deseo de que cada uno pueda dar lo mejor de sí mismo", dijo este domingo Joseph Ratzinger. Además, expresó su esperanza de que el deporte sirva como "una promesa de hermandad y paz entre los pueblos".

El Papa Benedicto XVI espera que los Juegos Olímpicos que comienzan el viernes en Beijing sean un ejemplo de convivencia para la comunidad internacional, dijo este domingo en la plaza de la Catedral de Bressanone, en los Alpes italianos. ""El deporte vuelva a ser testimonio de fraternidad y de paz entre los pueblos", dijo el Pontífice.

"El viernes próximo 8 de agosto, se abrirán los Juegos. Tengo el gusto de dirigir al país huésped, a los organizadores y a los participantes, en primer lugar a los atletas, mi cordial saludo, con el deseo de que cada uno pueda dar lo mejor de sí mismo, en el genuino espíritu olímpico", destacó Joseph Ratzinger.

"Sigo con profunda simpatía este gran evento deportivo, el más importante y esperado a nivel mundial y auspicio que ofrezca a la comunidad internacional un válido ejemplo de convivencia entre personas de las más diversas proveniencias, en el respeto de la común dignidad. Puede otra vez el deporte ser testimonio de fraternidad y paz entre los pueblos", reiteró el Papa.