Chechenia cosechó su derrota más dulce desde la guerra con Rusia, en el primer partido oficial en su territorio desde 1994, evento "histórico" que hizo olvidar durante 90 minutos más de diez años de conflicto y atentados terroristas.
El enfrentamiento entre el Térek de Grozni, equipo recién ascendido, y el Krylia Soviétov de Samara, fue una gran fiesta para los sufridos habitantes de la capital chechena, que resultó virtualmente reducida a cenizas durante la ofensiva rusa del 94.
El retorno del fútbol a la república norcaucásica ha sido interpretado como el último capítulo del "milagro" de la reconstrucción de Chechenia, aún hoy en día símbolo de barbarie para la mayoría de los rusos.
Con todo, las autoridades locales y federales no dejaron de lado las medidas de seguridad: 1.500 efectivos de la policía y del ministerio del Interior se encargaron de garantizar el orden dentro y fuera del estadio.
Desde las 8 de la mañana se interrumpió el tráfico en los aledaños del estadio "Sultán Bilimjánov", antiguo Dinamo, que en mayo de 2004 soportó un atentado con bomba que acabó con la vida de 32 personas, entre ellas el entonces líder chechén, Ajmad Kadírov.
Al estadio, con capacidad para poco más de 10.000 personas, sólo se pudo llegar a pie y la policía impidió el acceso a aficionados con objetos punzantes, botellas de vidrio, bebidas alcohólicas o bengalas.
Además, se desconectaron los transmisores de telefonía móvil en el estadio y sus alrededores para imposibilitar la activación de artefactos explosivos por control remoto, como ocurriera en mayo de 2004.
El lleno estaba garantizado, ya que las entradas fueron repartidas gratuitamente por orden del hombre fuerte chechén, Ramzán Kadírov, gran aficionado al fútbol.
Además de los habitantes de Grozni, los residentes en las aldeas montañosas chechenas, antaño refugio para la guerrilla, también recibieron la oportunidad de acudir al estadio y animar a su equipo.
Cerca de un millar de aficionados del equipo visitante también se atrevieron a viajar a Grozni para asistir al partido después de que Kadírov les prometiera personalmente que desde el momento en que pusieran sus pies en la república su seguridad estaba garantizada.
En un gesto de hermandad entre las aficiones, el encuentro estuvo precedido por un partido amistoso entre hinchas del Térek y del Krylia.
Por desgracia para los chechenes, el Térek no cumplió con las expectativas y salió derrotado por 3-0 (goles de Savin, Kalachov y Tíjonov de penalti) en lo que, además, suponía el partido inaugural de la liga rusa, que se disputa de marzo a noviembre.
Precisamente, el Térek obtuvo su mayor logro en 2004 al adjudicarse la Copa de Rusia derrotando en la final al Krylia Soviétov por 1-0, lo que le permitió disputar por vez primera en su historia la Copa de la UEFA.
Actualmente, el Térek sólo cuenta con tres futbolistas oriundos de la república y dos jugadores extranjeros, el eslovaco Radoslav Zabavnik y el brasileño David Junior Lopes.
En línea con las exigencias de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR), el club chechén se ha comprometido a sustituir en los próximos dos meses el actual terreno de juego artificial por hierba natural.
Además, ha comenzado la construcción de un nuevo estadio con capacidad para más de 30.000 espectadores, que acogerá en el futuro los partidos internacionales del Térek, en caso de que éste se clasifique para las competiciones europeas.
El Térek, club que toma su nombre del río que baña la llanura chechena, ha tenido que disputar durante las últimas temporadas sus partidos en dos estadios en la región vecina de Stávropol.
No obstante, tras asumir hace un año la Presidencia de la república una vez cumplidos los 30 años, Kadírov aseguró que había llegado el "momento político adecuado" para que el fútbol regresara a la pacificada Chechenia.
Argumentos no le faltan, ya que el número de atentados y secuestros se han reducido notablemente en los últimos dos años, aunque a costa de la violación de los derechos humanos de la ciudadanía, según la oposición.
Sin embargo, no está claro que todos los dirigentes del fútbol ruso estén dispuestos a enfrentarse al Térek en suelo chechén por razones de seguridad.
Se puede dar el caso de que algún equipo no acate la decisión de la UFR, lo que le conllevaría la pérdida de los puntos, como ocurriera con el Spartak Moscú en 1993, un año antes de la ofensiva rusa contra Grozni.
El Térek, antes Dinamo, fue fundado en 1946 y desapareció en 1994 debido a la guerra entre las fuerzas federales y la guerrilla separatista que asoló ese territorio y dejó cientos de miles de muertos.
El club se incorporó a la liga nacional en 2001 y ascendió a la división de honor en 2004, pero descendió al año siguiente.