Después de casi un mes alejado del día a día, Ronaldinho volvió a hacer fútbol en el Barcelona. El brasileño arrastraba unas molestias en el tendón rotuliano desde fines de 2007 y ya recibió el alta médica. Durante la práctica se mostró activo, motivado y tanto él como sus compañeros y el cuerpo técnico esperan que se convierta en el mejor refuerzo de cara a lo que resta de la temporada.

El presente que disfruta Ronaldinho está muy lejos de ser el que atravesaba hace pocos meses atrás. Las primeras críticas estuvieron relacionadas con su estado físico, y luego se trasladaron hacia su desempeño futbolístico. El brasileño había dejado de ser el preferido de los hinchas y comenzaba a ser reprobado en el propio Camp Nou.

La gran chance que tenía para revertir la historia era en el último clásico, ante el Real Madrid. Durante la semana previa la duda pasaba por saber si iba a jugar Dinho o el juvenil mexicano Giovani. Finalmente, el ex jugador del París Saint Germain fue titular, pero dejó una imagen muy pobre y la relación con los hinchas terminó por quebrarse definitivamente después de la caída por 1-0 como local, con gol de Julio Baptista.

Borrón y cuenta nueva, entonces, es lo que tratará de hacer Ronaldinho. Sabe que la situación no es sencilla: el Barcelona está a nueve puntos del líder Real Madrid en la Liga. Alcanzar al equipo de Bernd Schuster, que no para de ganar, parece muy complicado. Pero si el conjunto de Frank Rijkaard lo consigue de la mano del diez, el brasileño seguramente recuperará la condición de ídolo que supo tener.