Inglaterra, tras sus problemas en el inicio del partido, terminó venciendo con claridad a Tonga este viernes en París (36-20), asegurándose la segunda plaza del grupo A del Mundial de rugby y el derecho a enfrentarse con Australia en los cuartos, reeditando la final del Mundial-2003.
El partido también será recordado por el éxito individual del inglés Jonny Wilkinson, que sumó 16 puntos y se colocó como segundo máximo anotador de todos los tiempos en el rugby internacional.
El XV de la Rosa, con más apuros de los esperados en el principio del duelo, superó el test de los tonganos y logró evitar el ridículo de ser el primer defensor del título que se veía apeado del torneo en la fase de grupos.
Aún así, su actual nivel de juego no invita al optimismo y Australia será la clara favorita para el pase a semifinales, con lo que podría 'vengar' su derrota en la final de la pasada Copa del Mundo.
El Parque de los Príncipes parisino llegó a vivir en el inicio del partido un momento para creer en el milagro de Tonga, cuando cuando Sukanaivalu Hufanga superó la defensa inglesa para adelantar a los suyos por 10-3, en el minuto 17.
En ese momento, Paul Sackey, apoyado por Wilkinson, protagonizó con sus acciones el cambio de rumbo en el marcador, poniendo las cosas en orden (19-10, minuto 38) antes del descanso.
En la segunda mitad, dos tries de Matthew Tait (26-13, minuto 57) y de Andy Farrell (33-13, minuto 66) mataron el partido en favor de los ingleses y terminaron con cualquier remota esperanza de remontada.
De esta forma, los ingleses impusieron su ley y evitar una auténtica revolución en la jerarquía habitual del rugby mundial. A pesar de que el equipo mostró por momentos su condición de vigente campeón, los apuros del principio del partido y su trayectoria en el torneo y en los últimos meses no dan lugar al optimismo ante los Wallabies.
"Ha sido un duro combate, a la antigua, por muchas razones. Estoy feliz por los jugadores. Hemos hecho un buen trabajo esta noche (...) Nos hará falta jugar mejor para desafiar a Australia, no tenemos ninguna duda en este punto", reconoció el entrenador inglés, Brian Ashton.
Por su parte, en lo que a estadísticas se refiere, Wilkinson contabilizaba antes del encuentro 1.006 puntos en su carrera internacional, cuatro menos que el italoargentino Diego Domínguez. Tras lograr dos drops y dos transformaciones, el número 10 inglés elevó su marca hasta los 1.022 puntos.
Esa suma total se compone de 955 puntos con el maillot de Inglaterra (62 partidos con el equipo nacional) y 67 con los Leones Británicos (6 partidos). El máximo anotador de todos los tiempos es el galés Neil Jenkins, con 1.090 puntos (1.049 con Gales y 41 con los Leones Británicos).
El éxito del apertura inglés es aún más destacable ya que en los últimos años ha vivido un auténtico calvario con las lesiones, que le impidieron disputar ningún encuentro internacional entre la final del Mundial-2003 y el partido ante Escocia en el Seis Naciones de este año, el 3 de febrero.