De la mano de Eduardo Schwank y Horacio Zeballos fue posible la última alegría celeste y blanca en estos Juegos Panamericanos. En la competencia de cierre en Río de Janeiro, los tenistas nacionales vencieron a los chilenos Jorge Aguilar y Adrián García por 6-3 y 6-4 y sumaron el undécimo título para la Argentina, que así saltó al séptimo lugar del medallero, relegando a Venezuela.

Si bien la pareja trasandina era la máxima favorita del certamen, los argentinos (2º) tuvieron una actuación impecable y fueron merecidos vencedores. Gran figura en la última jornada de acción, Zeballos fue principal artífice de la victoria, allanada por el bajón físico y anímico de García, quien un rato antes había perdido en el tie break del último set la medalla dorada en singles, que finalmente quedó en poder del brasileño Flavio Saretta.

Debido a la copiosa lluvia que cayó desde ayer en Río, el partido se jugó en un complejo techado ubicado en Recreio, en las inmediaciones de Barra de Tijuca.

Un profundo saque de Zeballos y la precisa volea de Schwank (venía de adjudicarse ayer el bronce en singles) tras una exigida devolución chilena fue la última imagen deportiva que entregaron estos Juegos. Y la alegría fue toda argentina.