El partido entre Lanús y Quilmes, por la undécima fecha del Clausura de fútbol, quedó
oficialmente suspendido por problemas en el sistema eléctrico en el estadio del conjunto granate.

A los nueve minutos del primer tiempo, el árbitro Saúl Laverni suspendió uno de los clásicos del sur del conurbano bonaerense luego de que el vicepresidente de Lanús, Nicolás Russo, deslizara que el problema en el grupo electrógeno no podría solucionarse rápidamente.

"Para mí no vuelve (la luz)", fueron las breves palabras que Russo le esgrimió a Laverni, y que provocaron, en definitiva, que el árbitro tomara la decisión de suspender el encuentro.

"Ustedes ya lo escucharon a Russo, así que lamentablemente, no seguiremos jugando. Ojalá podamos jugar un día en que la cancha esté en mejores condiciones", añadió Laverni, en diálogo con la prensa.

Instantes previos a conversar con el árbitro, el vicepresidente de Lanús dijo estar "sorprendido" por el inconveniente que tuvo el grupo electrógeno del estadio Ciudad de Lanús-Néstor Díaz Pérez.