Comenzó en el tribunal correccional de Marsella el juicio sobre la polémica transferencia del argentino Eduardo Tuzzio al Olympique en 2001. Se sospecha, en principio, de un pago de comisiones ocultas. La audiencia se produjo sin la presencia del defensor de River y de otros dos acusados.
Tuzzio no está representado por ningún abogado y es juzgado en rebeldía, según aclaró el presidente del tribunal, Vincent Turbeaux.
Leo Rodríguez, representante de Tuzzio, declaró ayer que no está al tanto del juicio contra su cliente en Francia mientras que el jugador no quiso hablar al respecto.
Tampoco estuvieron otros dos de los siete acusados, aunque fueron representados por sus abogados: el internacional francés Frank Leboeuf, sospechoso de haber recibido un pago ''subterráneo'' de 400.000 euros en una cuenta bancaria en Luxemburgo, y el intermediario argentino Héctor Bargas.
Las audiencias se prolongarán hasta el viernes. La ausencia de los dos imputados y el procedimiento elegido por la fiscalía (la citación directa tras investigación preliminar sin juez de instrucción) provocó airadas protestas de varios abogados.
Tuzzio fue transferido del Mallorca español al Servette suizo en julio de 2001 y pocos días después, en una dudosa operación, terminó siendo fichado por el Marsella por una suma muy superior, que pasó de 2.000.000 de dólares a 5.200.000 de dólares.
La Justicia sospecha que esa operación generó el pago de una serie de primas ocultas al jugador, a Leboeuf y a Bargas.