27 de diciembre de 2024
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Liverpool sorprende a Barcelona en el Camp Nou: 2-1
21 de febrero de 2007
el equipo inglés se mantuvo invicto en el feudo "blaugrana".
De gran intensidad en el primer tiempo, el partido fue en los inicios para los "Reds" que, contrariamente a lo que se especulaba en medios barcelonistas, salió al ataque desde el primer momento. Pero con el paso de los minutos, el Barça comenzó
a hacerse con el balón, con dificultades merced a una muy ordenada defensa inglesa.
Mientras el local creaba ocasiones de peligro, el Liverpool siguió sin descomponerse, incluso a partir del minuto 14, cuando el italiano Gianlucca Zambrotta lanzó un centro muy bueno que el brasileño nacionalizado portugués Deco cabeceó impecablemente enviando el balón al fondo de la red visitante.
Lejos de agrandarse, el Barcelona se quedó un poco rezagado ante una ordenada y fría reacción del Liverpool, que obtuvo sus resultados dos minutos antes que se cumpliera el tiempo reglamentario con otro cabezazo, esta vez de Craig Bellamy que el
guardameta Víctor Valdés atajó por detrás de la línea, y su rechace lo aprovechó el holandés Kuytt para ratificar el gol por si no daban por bueno el primero.
Los argentinos Leo Messi y Javier Saviola fueron los más incisivos de la delantera barcelonista, aunque el primero estuvo muy bien contenido por el español Alvaro Arbeloa, recientemente incorporado al equipo que dirige su compatriota Rafa Benítez.
En el segundo tiempo, el brasileño Ronaldinho seguía sin entrar en el partido, y tanto Messi como Saviola estuvieron anulados por los ingleses. Ni siquiera la entrada de Andrés Iniesta fue el revulsivo que pedía el Camp Nou para romper el
empate.
El técnico holandés Frank Rijkaard dio entrada al francés Ludovic Giuly y en el campo ya estaba desplegada toda la artillería barcelonista, salvo el camerunés Samuel Etoo que sufría en las gradas.
Llegado el minuto 70, el Barcelona sufrió y el holandés Kuyt tuvo una ocasión clarísima con un cabezazo que dio en el travesaño. En el 71, Messi y Saviola se desengancharon de sus amarres y protagonizaron una jugada que pudo ser el segundo gol del Barça.
Pero la vocación ofensiva del anfitrión, herido en su feudo, abrió espacios y los ingleses se volvieron peligrosos a contragolpe. El noruego John Riise, en el 74, logró lo inevitable: el gol que demostraba que la historia es tozuda y que
el Barcelona nunca le ganó al Liverpool en su propio campo.
El gol descompuso al Barça que puso más pasión que cabeza en sus intentos de atacar y terminó el partido lanzando balones que cabecearon una y otra vez los defensas ingleses, especialistas en la materia.