El mediocampista argentino, Leandro Gracián, quien juega en el Monterrey, reabrió este lunes el tema de su posible pase a Boca Juniors al declarar, desde México, que "todavía hay chances" para un acuerdo.
"Hay gente que está trabajando en esto. Les exijo que hagan todo lo posible y más para que se concrete. Las puertas todavía no están cerradas, más allá de que acá empezó el torneo", advirtió Gracián en diálogo con radio La Red.
Como en México se cerró el libro de pases, la única chance de que Gracián se incorpore a Boca es que la dirigencia del club argentino pague la cláusula de rescisión, valuada en 6 millones de dólares.
Monterrey, que pretendió incluir en las negociaciones el pase del defensor paraguayo Claudio Morel Rodríguez y la incorporación del delantero Mauro Boselli en julio, ya no puede contratar jugadores al estar cerrado el libro de pases.
Gracián se esperanzó en que su transferencia se resuelva "en tres o cuatro días" y dijo que confía en que su representante, Jorge Cyterszpiller, "hará todo lo posible" para que la operación se concrete.
"El técnico (de Monterrey, Miguel Herrera) me apoya, pero acata lo que dice la directiva. Sé que a los hinchas no les cayó bien que haya dicho que me quiero ir, pero no soy hipócrita, no le puedo mentir a la gente y a los directivos. Ya saben que tengo muchas ilusiones de jugar en Boca", afirmó el mediocampista.
Gracián explicó que está "anímicamente bien", aunque admitió que "no" la pasó "muy bien en los últimos días", cuando las negociaciones por su pase a Boca se cayeron.
De este modo, la mentada transferencia del ex volante de Vélez Sarsfield al club de la Ribera recobró fuerza, en momentos en que la dirigencia de Boca ya manejaba la alternativa de repatriar a Juan Román Riquelme, quien está actualmente en conflicto con su club, el español Villarreal.