Convencido de que "a quien madruga Dios le ayuda", el ariete brasileño Romario decidió sacrificar sus horas de sueño en busca de buen estado físico, para marcar en 2007 los trece goles que le faltan para el milésimo de su carrera.
Romário de Souza Farias, quien cumplirá 41 años el próximo 29 de enero, adoptó una carga intensiva de entrenamientos diarios, que comienza a las 09:00 horas al lado de un fisioterapeuta particular.
"Despertar temprano no es lo que más me gusta, pero lo hago por una buena causa", dijo quien fue el mejor futbolista del mundo en 1994, según la FIFA.
Romario, quien espera una autorización oficial para formalizar su regreso a las filas del Vasco da Gama, admitió que será difícil llegar a la marca de los mil goles antes del fin del campeonato estatal de Río de Janeiro, que se disputa en el primer semestre.
"Creo que es difícil marcar trece goles en el torneo carioca. Pero procuraré hacer lo máximo para llegar a la marca lo más rápido posible", agregó el ex jugador de los clubes españoles Barcelona y Valencia.