Pese a las dificultades que padece desde hace dos años, tras quedar hemipléjico al ser baleado en un asalto en la ciudad de Caldas, el técnico colombiano Luis Fernando Montoya, campeón de la Copa Libertadores 2004 con el Once Caldas, pidió una oportunidad para volver a dirigir.
"Quiero que me den la oportunidad de volver a dirigir", dijo Montoya a periodistas en su finca de la localidad de Caldas, donde recibió la visita de Jorge Yahir García, asistente técnico del club mexicano Pachuca, flamante campeón de la Copa Sudamericana.
"Siempre he seguido soñando con volver a dirigir y hacer cosas grandes por este país", agregó Montoya, distinguido como el mejor entrenador de América en
2004.
El timonel fue designado a mediados de julio asesor deportivo del Once Caldas, con el que además conquistó el Torneo Apertura del fútbol colombiano en 2003.
Gracias a un marcapasos diafragmático que le implantaron en septiembre del año pasado, Montoya puede respirar desde hace un mes hasta por cinco horas sin necesidad de un ventilador mecánico, y hace recorridos cortos en la silla de ruedas.
El estratega fue atacado el 22 de diciembre de 2004 en su vivienda urbana de Caldas, próxima a la ciudad de Medellín, cuando un asaltante lo baleó tras robar a su esposa dinero que momentos antes había retirado de un cajero electrónico.
Los disparos le lesionaron la médula espinal, lo que le impide mover las extremidades.